El cantante se enojó en un concierto en Manchester y dejó el escenario.

Justin Bieber está impaciente con sus fans: anoche, sorprendió al abandonar visiblemente molesto el escenario de su último show en Manchester, Inglaterra, tras recibir abucheos cuando se negó a cantar algunos de sus éxitos de la adolescencia. "¿Pueden dejar de gritar?", pidió el cantante. Luego, tiró el micrófono y salió, en una escena que fue registrada por cientos de miles de celulares.

Sin embargo, poco después volvió a salir para recriminarle a su público: "Miren, como no soy capaz de hablar con ustedes, prefiero no hablar directamente", dijo, pero al parecer el enojo le duró poco y se animó a sincerarse con sus seguidores.

Decidió cerrar la presentación con ese hit que tanto le pedían: "Baby". Antes de interpretarlo, dijo: "La razón por la que me enojé antes es porque vengo aquí con el compromiso de dedicarme en cuerpo y alma a hacer sonreír a la gente. Me encanta actuar para ustedes, pero siento que algunos no me devuelven el mismo respeto que yo siento por ellos, y duele. Pero bueno, vamos a terminar con esta canción, 'Baby'".

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