COLUMNA FARANDULERA

Fabiola bouvier

Así no Irene, le dije en seco, Juanita Viale está pasando por un momento difícil. Hace una semana que perdió a su tía abuela y vos ya estás buscándole el chisme a la pobre gurisa. No.

Bueno querida, pero no es mi culpa que la chica no sepa dónde queda la Villa 31, y lo diga al aire en la televisión. Menos cuando su madre vive a pocas cuadras de ahí.

Ah, no pensé que la Marcela Tinayre estuviera tan mal como para mudarse al lado de una villa.

Tampoco te vayas para el otro lado que si bien vive cerca, hay unas buenas cuadras entre la Villa del Papa Francisco y el ranchito de la Tinayre.

Ahora que pienso, le pregunté a mi amiga, ¿a qué venía tanto alboroto con la Juanita? Digo, no creo que sea la única que desconozca la ubicación de la Villa.

Bueno, resulta que el Marcelo Polino también estuvo almorzando con Juana en la televisión; y como no puede evitarlo le empezó a preguntar por qué no estaba en el Bailando.

Ya ni me acordaba que la Juanita había estado en la pista de Tinelli.

Sí, en 2015 fue, y no bailaba mal hay que decir, me acotó Irene.

¿Y qué pasó que no volvió a la pista?

Según dijo Juanita el tema fue el vil metal, contó Irene, y parece que no habrían llegado a un acuerdo económico las partes, como tampoco lo hicieron el año pasado.

Ya me imagino al Tinelli sacando la calculadora y viendo que una Juana equivale a tres o cuatro mediáticas de medio pelo.