La actriz argentina y el gobernador de la provincia de Salta tuvieron su boda campestre.

El movimiento frente a la residencia del gobernador de Salta en Finca Las Costas, comenzó muy temprano esta mañana, ultimando los detalles para que Isabel Macedo y Juan Manuel Urtubey celebren su boda con un día de campo, al mejor estilo "puna chic".

Una de las primeras en arribar fue la madre del gobernador, Lía Mera Figueroa, que justamente cumple años hoy y se mostró muy elegante para el convite. También Soledad Urtubey, hermana del novio y organizadora del evento, que llegó muy temprano para asegurarse de que todo esté perfecto antes de dar comienzo a la fiesta.

Fuera de la residencia, un centenar de cronistas, camarógrafos y fotógrafos se alistaban desde temprano para ver llegar a los invitados. Para ellos se montó un gazebo con catering y bebidas, en un gesto de cordialidad hacia el trabajo de la prensa.

Milagros Brito, íntima amiga y testigo de casamiento de Macedo, le deseó a los novios que "sean muy felices y que tengan una familia soñada". La actriz Agustina Lecouna la acompañó a posar para las cámaras y lucir sus atuendos, pero luego se apuraron por miedo a estar demorando la ceremonia.

El Pocho Lavezzi arribó raudamente poco después de las 13, sin dar declaraciones. El volante de la Selección Nacional protagonizó con la flamante novia la miniserie e-Lovers en 2015, y desde entonces se convirtieron en buenos amigos. También asistió el futbolista Fernando Gago , marido de otra persona muy cercana a Macedo, la ex tenista Gisela Dulko .

"Isabel es una de las personas más divertidas que conozco, así que la van a pasar regio", aseguró Georgina Barbarossa , otra de las celebridades que llegó hasta Salta para el convite. Mariano Martínez y Franco Massini, compañeros de elenco de Macedo en la tira Amar después de amar -que se está grabando pero saldrá al aire recién en 2017-, también dijeron presente.

A las 13.40, las puertas de ingreso a la estancia se cerraron para dar comienzo a la ceremonia, que consistió en un intercambio de alianzas frente a una jueza civil y en una bendición religiosa. Luego, fue momento de disfrutar del almuerzo, los números musicales y el baile.

La Nación/GDA

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