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Igor Yebra rompió el silencio y comparó salida del BNS con el abandono de una pareja

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Igor Yebra. Foto: Efe

DESPEDIDA

"De repente te encuentras con que del otro lado te dejan y te queda esa sensación extraña”, dijo el ex director del Ballet Nacional del Sodre

Inquieto, perfeccionista y amante de los retos, como el que en 2018 le hizo asumir la dirección del Ballet Nacional del Sodre, el español Igor Yebra se despidió de Uruguay “sin resquemor”, pese a su no renovación en el cargo.

Horas antes de abordar su vuelo para España, el bailarín y coreógrafo charló con Efe y repasó sus casi tres años de trabajo en el país, pese a no que no pudo completar “un proyecto a cinco años” con el ballet que preparaba sobre la poeta uruguaya Delmira Agustini y así cerrar una suerte de trilogía nacional —con El Quijote del Plata (2018) y La tregua (2020)—.

En una “visión grande de internacionalización” del BNS, proceso iniciado por su antecesor Julio Bocca y continuado por él, Yebra soñaba con la denominación del Ballet Nacional de Uruguay e insistió en que “ha sido un tiempo escaso” para completar su labor.

“Uno deja un lugar donde lo ha dado absolutamente todo, sin ningún tipo de reserva y sin esperar nada a cambio, casi como un amor, o como yo considero que se tiene que hacer en el amor: uno lo da todo y no espera nada y, de repente, te encuentras con que del otro lado te dejan y te queda esa sensación extraña”, definió su salida del BNS, conocida meses atrás.

Consciente de que la no renovación en su cargo ha sido “una decisión política” motivada por el cambio de autoridades en 2020, reconoció que no guarda “odio o resquemor” y que se queda con “el cariño y el apoyo brutal” de mucha gente. “Llega una gente nueva, tiene una idea nueva, les gusta lo que tú haces, pero tiene una idea nueva y deciden cambiar. La vida es así y yo lo acepto tal cual es, porque sé que las cartas son estas. Hay que aceptarlas, lo cual no quiere decir que no duela”, explicó antes de partir.

Yebra llegó a Uruguay a finales de enero de 2018 para relevar en el BNS a Bocca, “que era un ídolo y sigue siendo un ídolo”, lo que complicó sus primeros pasos, ya que al comienzo se sentía “medido” respecto a su antecesor. “Lo más fácil era que me hubiera ido mal”, recordó, sonriendo.

De su sucesora, la exbailarina uruguaya María Noel Riccetto, solo dijo que han intercambiado mensajes “un par de veces” y que su teléfono está disponible si precisa algo.

Yebra rescató que el trabajo desarrollado en sus casi tres años ha sido “un logro”, con éxitos como El Quijote del Plata, con el que el BNS acudió a varios festivales internacionales, o La tregua, adaptación al ballet de la novela más conocida de Mario Benedetti en el centenario de su nacimiento.

“Creo que hemos hecho algo que puede estar a un nivel equis, el que sea, pero que la gente uruguaya se sienta orgullosa de tener un producto así y que pueda lucirlo por el mundo muy dignamente”, indicó sobre La tregua, estrenado en noviembre de 2020 y en el que implicó a reconocidos artistas locales, como el dramaturgo Gabriel Calderón o el músico Luciano Supervielle, entre otros.

Por este talento y la calidad que dijo haber encontrado en el camino, Yebra se opuso a la “mentalidad de paisito” que existe en Uruguay, aunque “va ligado a su cultura, un país pequeño, con un número pequeño de habitantes y en el que todos se conocen”.

Además, rechazó hablar de los problemas actuales de la cultura porque, en su opinión, está en “crisis continua”. “Ya en 2008 me preguntaban lo mismo. La cultura vive en una crisis continua y el mundo de la danza ni te cuento. Tiene el virus de la crisis instalado. Cuando uno es un virus ya de por sí, busca la manera de salir para reconvertirse”, declaró.

"La cultura vive en una crisis continua y el mundo de la danza ni te cuento. Tiene el virus de la crisis instalado"

Igor Yebra

En relación a la pandemia que provocó la suspensión de espectáculos en Uruguay y el mundo, opinó que la temporada 2021 “está perdida” y que “hasta mediados de 2022 no empezará a tomar vuelo”.

Entre sus proyectos inmediatos están “sujetar, sostener y dar apoyo” a la escuela de danza que tiene en Bilbao y que atraviesa “un momento complicado”, además de un “desafío” del que no quiso dar detalles, si bien agregó que es algo que no ha hecho “nunca hasta ahora” y del que podría conocerse algo más “a mediados de enero”.

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