COLUMNA FARANDULERA

fabiola bouvier

Con este Cantando me pasa algo raro, siento que es más interesante ver pelearse al jurado que escuchar cómo desafinan los participantes. Sí, ya sé que estoy siendo injusta pero hay que decirlo, lo más interesante de la competencia es ver la guerra que se armó entre las genias de Nacha Guevara y Moria Casán.

Como arrabalera que soy me encanta la Casán que siempre tiene un bocadillo para aportar, siempre divertido como ella. Eso sí, los otros días se sacaron chispas con la Nacha que ya entendió que no puede callarse mientras el tsunami de Casán habla.

Y tengo que decirles que me estoy haciendo fan de esta Nacha, respondona, criticona y sobre todo, divertida. Porque a la hora de la noche que se emite el programa, una ya no está para el análisis sesudo de la presentación de un Juan de los Palotes que ni mi amiga Irene conoce.

Por esto, me estoy divirtiendo como nunca con las devoluciones de la Guevara. Sin ir más lejos, el otro día Moria sintió que su colega estaba haciendo una devolución demasiado larga y, teniendo en cuenta que es ella la única que puede explayarse, decidió cortarla en seco. “La master class a esta hora hay que hacerla más dinámica porque a mí, me torra”, disparó la One sin anestesia.

Rauda y veloz, como ya aprendió Nacha fue lapidaria: “Para dar una Master Class hay que saber”, le respondió. Y cuando la Casán dijo de hacer una competencia al desnudo, Nacha mostró sus imponentes piernas que seguro le dieron envidia a más de una joven del programa.