COLUMNA FARANDULERA
Puesta a punto de la analista de la farándula tras la polémica por viejos tuits del argentino Martín Cirio
Es el gran problema actual: insomnio, aburrimiento, ochenta y cinco días de lluvia como ahora y caemos en el celular pero a otro nivel. No tiene sentido el tiempo que podemos (puedo) pasar scrolleando redes; se terminan las historias de Instagram y allá vamos (voy) a buscar a personas que no seguimos y cada tanto nos despiertan curiosidad. No lo nieguen.
Así llegué al último video de Martín Cirio, La Faraona. ¿Lo tienen? Es youtuber y era muy pero muy popular —más de un millón de seguidores en Instagram, amigues famoses, cantidad de shows con entradas agotadas por todos lados— hasta que un día le reflotaron unos tuits viejos en los que hacía referencias sexuales sobre menores de edad y se quemó todo.
Básicamente lo acusaron de pedófilo (sus publicaciones eran “en chiste” pero con el lente de hoy todo espanta) y le hicieron una cancelación que ni a Hitler. Así que Mariano (su mamá le dice Mariano) se fue a Turquía y está empezando de cero.
Se me termina la columna y no dije lo importante. El último video que sacó es para hablar de quiénes se borraron y le soltaron la mano en su peor momento (¡drama!), y aunque no dio nombres, todos los palitos iban para Lizardo Ponce, el imbatible del teléfono en Cantando 2020; y para Santiago Maratea que es el que junta plata para las ambulancias wichis, Lola y Yanina Latorrre. Moraleja: mejor solo que mal acompañado, que nadie se salva de les interesades. Mucho menos la farándula porteña.