Antonia Ríos reflexiona sobre el uso de las redes sociales por parte de la bella actriz.

Ya les conté que con mis amigas tenemos grupo de Whatsapp y nos comentamos todo por ahí, pero igual me cuesta adaptarme a estos tiempos de las redes sociales. Más bien me cuesta entender cómo a la gente le gusta tanto mostrar su vida por distintos medios, con foto y todo.

Miren el caso de Isabel Macedo. ¿La tienen? Es una actriz argentina muy mona, que tiene un lunar cerca de la boca y ha hecho de mala en muchas telenovelas. Últimamente me la acuerdo de Graduados, donde estaba irreconocible porque su personaje tenía sobrepeso.

Y ella es toda flaquita, ni un gramo de grasa tiene. Una gran actuación hizo en esa producción.

Bueno, Isabel Macedo se rompió los meniscos y la tuvieron que operar de urgencia porque le dolía mucho. El paso a paso de su operación lo pudo seguir el mundo entero, pues ella se encargó de detallarlo en Instagram.

¿Pueden creer? Bueno, si Celine Dion y la familia decidieron transmitir a través de internet el velorio de su marido, ya me creo cualquier cosa.

Primero mostró una foto en una camilla de hospital, envuelta con una frazada o, como dijo ella, disfrazada de “canelón”. Después otra con su amiga, también actriz, Agustina Lecouna (acostadas las dos en la camilla). Otra más, con el ponchito para entrar al quirófano y la gorra en el pelo. Todo así.

Macedo, que fue novia de Facundo Arana (hermoso él), hizo como un álbum de fotos virtual de su paso por el médico y por la sala de operaciones. Eso es costumbre parece, entre los famosos: mostrar su día a día, lo que desayunan, los championes que les regalan, su ropa de entrenamiento, el trago que se toman de noche.

Todo sabemos de todo el mundo; lo curioso es que los mismos famosos se preocupen en que los no famosos estén bien pendiente de su vida.

¿No se pasan reclamando por privacidad? Qué sin sentido las cosas que hacen a veces. Chau, me voy a sacar una selfie.

columna faranduleraANTONIA RÍOS