Desde sus comiezos en 2000, la modelo argentina pasó por varias cirugías que alteraron su rostro y silueta.
Luciana Salazar es una de las modelos más bellas (y más operadas) del Río de la Plata. Desde sus comienzos en 2000, la rubia ha pasado en diversas ocasiones por el quirófano para mejorar su rostro o su figura.
En 2002 saltó a la popularidad por su papel en el programa de humor Poné a Francella. La primera intervención fue de lolas y luego sumó muchas otras entradas al quirófano: labios, pómulos, cejas y hasta incluso en la dentadura de la modelo fueron transformadas.
El bisturí la transformó a tal punto que cuesta reconocerla en las fotos de archivo.
ESTÉTICA