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El descargo de Iliana Da Silva por "linchamiento" tras cobertura de una olla popular

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Iliana Da Silva

REDES

La periodista de Telemundo fue criticada días atrás por las imágenes de una actividad solidaria en el Centro de Montevideo. "No fui a hacer un show de una situación triste", se defendió.

Iliana Da Silva resolvió responder a las críticas que recibió por un móvil de Telemundo donde cubría las instancias de una entrega solidaria de alimentos, de la que eran beneficiarias familias en el Centro de Montevideo. 

En cierto momento y mientras la periodista recogía testimonios, una niña se acercó a ella para decirle "les da vergüenza hablar" en referencia a otros adultos que estaban en el lugar. En redes,  hubo quienes fustigaron a la comunicadora por, supuestamente, "violar la privacidad de personas pobres", entre otros ataques de mayor calibre. 

Este miércoles, Da Silva compartió en sus cuentas de Facebook e Twitter un extenso descargo para aclarar lo sucedido y expuso los desafíos de hacer periodismo en tiempos de pandemia y redes sociales.  

"En estos días, en las redes sociales fui objeto de un linchamiento: críticas, insultos, descalificaciones y amenazas por una cobertura en una entrega de alimentos en la plaza Libertad, donde había niños, mujeres y hombres. Una dura realidad, difícil de contar y reflejar en pocos minutos en un móvil en vivo. Una realidad que duele y que existe", asegura en el texto que tituló: "Catarsis: Periodismo en tiempos de Pandemia y redes sociales"

Y prosigue: "No fui hacer un show de una situación triste. Intenté reflejar una complejidad social que interpela. Respeté a los que optaron por no hablar y le di voz a los que querían contar su realidad y podían expresarse a pesar del contexto. Hubo una niña que se me acercó y me dijo desde su inocencia y entre risas: 'Les da vergüenza hablar', haciendo referencia a los adultos. Opté por repetir su frase y decirle que no pasaba nada, que respetaría. La cámara no hizo un primer plano de ese intercambio, todo lo contrario".

Iliana Da Silva. Foto: Archivo El País
Iliana da Silva

Una de las voces más críticas con la periodista fue una publicación de Facebook de Ethel Kapelius que califica en duros términos a Da Silva y tiene casi 5.000 compartidos en esa red social. 

"Acepto que podía haber optado por no hacer testimonios con la gente, pero asumí el riesgo de darles la oportunidad porque además de tener derecho a una vida más digna tienen derecho a contar su historia", asegura Da Silva en su carta. 

"En esta emergencia todos estamos aprendiendo, pero sé que lo fundamental se mantiene y más en estos casos", añade. 

Lee el descargo completo: 

En estos tiempos de pandemia, las redes sociales se convirtieron en trincheras y estrados de jueces express .En momentos en los que se destaca la necesidad de un periodismo responsable, que aporte información veraz y haga frente a las noticias falsas que se expanden por las redes sociales, algunas personas decidieron utilizar su tiempo de cuarentena para intimidar y desacreditar el trabajo de los periodistas.
En lo personal, hacer periodismo en tiempos de pandemia y redes sociales me puso a prueba. Tengo años en este oficio y ocupé diferentes lugares con mayor o menor exposición y con diferentes responsabilidades. Pero en cualquiera que haya sido el lugar desde el que me tocó ejercer, mi premisa siempre fue la misma: hacer un periodismo responsable y comprometido con la verdad y los más humildes.Acepto las críticas y cuestionamientos cuando son desde el respeto y muchas veces me dejaron aprendizajes.
Pero una cosa es la crítica y otra el linchamiento, aunque ambas suelen confundirse en los debates sobre libertad de expresión. La crítica es una respuesta argumentada a una opinión, es una herramienta intelectual que usa elementos racionales. El linchamiento, por el contrario, no busca rebatir un argumento, sino destruir con ataques personales la reputación de quien haya expresado una opinión que le disgusta a alguien en particular.
En estos días, en las redes sociales fui objeto de un linchamiento: críticas, insultos, descalificaciones y amenazas por una cobertura en una entrega de alimentos en la plaza Libertad, donde había niños, mujeres y hombres.Una dura realidad, difícil de contar y reflejar en pocos minutos en un móvil en vivo.

Una realidad que duele y que existe.Fui a contar una historia de solidaridad en medios de la pandemia que involucraba
al Ejército, un grupo religioso y voluntarios. Entrevisté a un organizador y busqué testimonios de las personas beneficiadas para que contaran su historia.
Previamente había hablado con algunos de ellos y consideré que tenían mucho para contar. No fui hacer un show de una situación triste. Intenté reflejar una complejidad social que interpela.Respeté a los que optaron por no hablar y le di voz a los que querían contar su realidad y podían expresarse a pesar del contexto.Hubo una niña que se me acercó y me dijo desde su inocencia y entre risas: “Les da vergüenza hablar”, haciendo referencia a los adultos.Opté por repetir su frase y decirle que no pasaba nada, que respetaría. La cámara no hizo un primer plano de ese intercambio, todo lo contrario.
La persona que piense que esa situación estuvo armada para desacreditar políticas de gobiernos pasados o del actual, se equivoca. La persona que piense que mi intención era exponer a esa niña y vulnerar sus derechos, se equivoca. La persona que piense que me fui feliz a mi casa como sino hubiese pasado nada, se equivoca.Esa dura realidad está ahí. En la plaza Libertad. Todos los días. A las 9 de la noche, por si alguien quiere darse una vuelta.Juzgarme y descalificarme no va a cambiar esa realidad.
Acepto que podía haber optado por no hacer testimonios con la gente, pero asumí el riesgo de darles la oportunidad porque además de tener derecho a una vida más digna tienen derecho a contar su historia.
En esta emergencia todos estamos aprendiendo, pero sé que lo fundamental se mantiene y más en estos casos.
El escritor y periodista Tomás Eloy Martínez decía: “El periodismo no es un circo para exhibirse, sino un instrumento para pensar, para crear, para ayudar al hombre en su eterno combate por una vida digna y menos injusta".
Seguiré haciendo ese periodismo.
 

 

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