La actriz de "Friends" se arrepiente de algunos retoques que se hizo.

A veces, son los espacios menos pensados los que invitan a hacer las infidencias más profundas. Courteney Cox participó como invitada de Running Wild With Bear Grylls, un programa de televisión estadounidense en el que las celebridades se animan a practicar deportes extremos e, inesperadamente, abrió su corazón.

Las actriz de Friends no ha dejado de sorprendernos en el último tiempo debido a los excesivos retoques a los que sometió a su rostro. Su cara actual, de hecho, poco tiene en común con esa adolescente que enamoraba a Bruce Springsteen en el video de "Dancing in the dark", allá por 1984. Y ella, lejos de negar el asunto, decidió hablar sobre qué la motivó a tomar esas pésimas decisiones estéticas.

"Para una mujer en esta industria, el hecho de envejecer no es fácil. Pero he aprendido la lección", contó Cox, desde lo alto de una montaña. "En ocasiones tratas de luchar contra el paso del tiempo y perseguir la juventud. (...) Lo intentas, pero un día ves una foto tuya y piensas 'Oh, Dios, estoy horrible'. He hecho cosas de las que me arrepiento y, afortunadamente, otras que se disuelven y se van".

Afortunadamente, la actriz asegura tener un nuevo lema rigiendo su vida: "dejar que las cosas sean", que fluyan naturalmente. "Hay algunas partes de envejecer que son buenas, como ver a mi hija atravesar el juego de la vida. Veo tanto de mí en ella y estoy encantada de haber podido aprender lo suficiente como para ayudarla en los momentos difíciles", aseguró.

SINCERaLA NACIÓN