Hace diez días que Angelina Jolie le pidió el divorcio y todo ha ido en descenso para el galán de Hollywood. No sale de su casa, está recluido, pero el jueves pasado se sometió a un test de drogas para desmentir los rumores que circularon.
El matrimonio entre Brad Pitt y Angelina Jolie llegó a su fin. Fue la actriz quien le pidió el divorcio y la ruptura se dio con escándalo de por medio. Hubo denuncias por violencia física y consumo de drogas.
El galán maduro de Hollywood entró en una gran depresión a causa de la situación que le toca vivir, pero decidió salir de su casa el jueves pasado para colaborarcon el Departamento de Niños y Familias del Condado de Los Ángeles.
Es que la semana pasada esa institución le abrió una investigación por un supuesto abuso verbal y físico contra sus 6 hijos.
"Él se toma este asunto muy en serio y dice que no cometió ningún abuso sobre sus hijos. Brad fue entrevistado y está cooperando plenamente. El caso sigue abierto", comentó un periodista de la revista People.
Está muy angustiado a raíz del pésimo momento que atraviesa y de las acusaciones de violencia que recibió, así que optó por no concurrir al estreno del documental Voyage of Time, su proyecto más reciente.
"Me centro en mi situación familiar y no quiero distraer la atención de esta extraordinaria película", explicó el actor en un comunicado.
Un allegado a Brad Pitt dijo a People que su interés primordial hoy es que se sepa la verdad y su imagen quede limpia.
EL PEOR MOMENTO