Antonia Ríos opina de la supuesta reconciliación de una pareja escandalosa.

Estuve unos cuantos días sin venir por acá, porque tengo un tema atragantado que me tiene tan angustiada... No saben lo angustiada que estoy.

¿Se enteraron que parece que Jimena Barón y Daniel Osvaldo están otra vez juntos y técnicamente enamorados? ¿Después de todo el escándalo que habían armado? Horrible.

Yo la he defendido todo lo que pude, públicamente no, pero en mi círculo cercano muchas veces hablé de ella. Y le doy para adelante; si ella decide separarse y criar a su hijo sola porque él es un abusador, me parece un acto supervaliente.

Un abusador psicológico, un maltratador, eso fue lo que contó Barón en su momento. No habló de violencia física pero sí psicológica: contó que cuando vivieron juntos en Europa, su relación era tormentosa y él no la dejaba vivir tranquilamente.

No la dejaba trabajar, incluso, y cuando ella quiso volver a actuar él se alborotó. Un día hizo las valijas, se mandó a mudar el hombre, y no dio ninguna explicación racional.

Jimena se volvió para Argentina y él anduvo con una y otra de acá para allá, hablando mal de todo el mundo. Ella también se puso de novia, trató de rehacer su vida, y nos pusimos felices...

¿Y ahora qué?

Los fotógrafos la encontraron caminando por la calle con él, mimosa. Después los vieron en una cena romántica con show de tango incluido. Esta semana fue el cumpleaños del hijo que tuvieron, Morrison, y lo festejaron en el apartamento de Barón como una verdadera familia feliz... No sé.

Me angustian estas cosas porque yo creí que Barón era una pobre víctima, y no entiendo que la pasión pueda ser tan fuerte como para aceptar a un hombre que le hizo pasar tan mal en la vida.

Y si al final lo malo no había sido tanto, porque puede que haya pasado eso, ¿qué necesidad de exponer todo mediáticamente y hacer que todo el mundo sea partícipe de tu historia, mi amor? Hay que pensar antes de hacer.

columna faranduleraANTONIA RÍOS