Las recientes fotos del canadiense sin ropa en el balcón de un hotel dejaron sin palabras a nuestra columnista, que decidió opinar al respecto.

El grupo de Whatsapp que tenemos con mis amigas adictas a la farándula estuvo prendido fuego ayer. Una avisó que había fotos de Justin Bieber sin ropa y otra las encontró en internet y las mandó, y nos quedamos todas sin palabras.

Realmente, no sabíamos que decir. Habrán visto en TV Show que había una nota que mostraba una imagen del cantante en un balcón, pero con todo tapadito. Pues en la web andan unas cuantas que muestran toda su humanidad, una humanidad que ha sorprendido.

Se acuerdan que cuando Bieber apareció era un chiquitito precioso, que cantaba cosas como “Baby, baby baby, uhhh” y daban ganas de apretarles los cachetes. Pero el chiquito creció, se hizo muy famoso, protagonizó muchos escándalos y tuvo muchas novias. Ahora entendemos un poco mejor por qué Selena Gomez, su ex, tuvo tantos problemas para separarse de él.

Sepan entender, para señoras como yo estas cosas no se ven todos los días. Y menos en los medios; es muy común ver pechos chiquitos, grandotes, operados, un poco tapados, y colas por doquier. Pero los hombres desnudos no rinden tanto en la prensa. Bueno, la mayoría; Justin Bieber evidentemente sí.

Ahora, cómo cambia la vida. Yo veía a Bieber y pensaba en mi nieto, y ahora lo veo como un hombre hecho y derecho, que posiblemente todavía tenga más secretos que ofrecerle a su público.

Me pidieron que no exagere con mis palabras (es que bueno, el impacto verdaderamente fue grande) y traté de no hacerlo, mis queridos y queridas. No ha sido una tarea fácil; la postal del niño este sin ropa en las impresionantes playas de Bora Bora hasta podrían imprimirse y guardarse en un cajón.

Un cajón que, si lo tienen abajo de sus camas, convendría tenerlo con candado porque siempre hay menores en la vuelta y qué vergüenza que mi nieto se entere que hablo de estas cosas. Por suerte no le gusta leer.

columna farandulera