COLUMNA FARANDULERA

Fabiola bouvier

El otro día me llamó mi amiga Irene para contarme que Adabel Guerrero andaba, otra vez, destilando veneno contra Moria Casán.

Pero esto ya me tiene patilluda, le dije a Irene, otra vez hablando de lo mismo, le dije.

Sí, me parece que la chica no quedó bien por su corto pasaje en el Cantando 2020, dijo Irene. Igual, lo interesante es que estas dos se pelean solo cuando hay una cámara encendida. O sea, es al revés de lo simpáticas que se ven Mica Viciconte y Laurita Fernández cuando se prende la cámara.

Bueno, ¿y qué dijo ahora la Guerrero?, pregunté.

Estuvo en un programa donde dijo que era raro que cada vez que se cruza con Moria en la televisión surgen las rencillas. “No en persona como cuando me la crucé en el cumpleaños del hijo de Flavio Mendoza. Siempre es en tele, hay gente que paga y este es un caso. Me la crucé en mil lugares y siempre todo bien”, dijo Adabel, bastante enojada.

Bueno, pero ella tampoco puede quejarse mucho, tiene pantalla todos los días porque Moria Casán la defenestra. Y si bien no es la mejor de las movidas de marketing, es mejor que hablen (aunque sea mal de uno) antes que no hablen de ella.

Sí, pero la Guerrero está cansada que cada vez que puede, Moria le hable de su pasado y de sus supuestas cirugías.

Querida, le dije, hay personas que no tienen pasado o prefieren olvidarlo. Sin dudas Adabel es una de ellas, quien vive el presente y piensa en el futuro. El pasado, pisado.