La nueva incorporación del certamen "Bailando por un sueño" debutó, renunció y ya volvió.

Las estrellas fugaces tienen su propia belleza. Aunque su brillo es, precisamente, fugaz, es la sorpresa de verlas aparecer y desaparecer la que las hace tan preciadas.

Esta reflexión astronómica vino a raíz de la noticia de que Fernanda Herrera, más conocida como “la abogada hot”, había abandonado Bailando por un sueño, tras un debut auspicioso y una “investigación periodística” que revelaba detalles feos de su pasado. Horas después de esa decisión indeclinable, el dueño del circo anunció por Twitter que Herrera se quedaba en el certamen. La estrella fugaz volvió a aparecer.

Para los que no están al día con los temas importantes, Herrera es una abogada, cantante de cumbia y aspirante a personalidad de televisión que defendió a José López, el funcionario argentino que tiró bolsas con dinero en un convento. Se la conoce como “Alfanito” por su parecido con Graciela Alfano, y tiene todo lo que se precisa para ingresar en esa farándula de cabotaje que abunda por la calle Corrientes.

Esta semana, “la abogada hot” llegó a Tinelli en una meteórica carrera. Se mostró bastante articulada y con unas ganas locas de que no irse más de ahí. Se la vinculó con el escribano, en un paso cómico que fue muy simpático.

Pero jugar en esa cancha tiene sus riesgos. Ayer, el programa de uno de los jurados, Ángel de Brito, contó que le habían quemado las piernas en un ajuste de cuentas por negocios de su padre. Aventurando que esto es solo el comienzo y que hay que tener el lomo duro cuando uno se mete en esa picadora de carne, Herrera abandonó el concurso. Hasta que apareció Tinelli.

El surgimiento de esta “abogada hot” le ha servido a mucho porteñofóbico para reflexionar sobre el estado mental de los vecinos. Exageran, claro. Los problemas endémicos de Argentina, en todo caso, pasan bastante lejos de una simpática aspirante a estrella que empieza a conocer el precio de la fama.

COLUMNA FARANDULERAROBERT LEÓN