Se editó libro de Laura Reali sobre Luis Alberto de Herrera.

"No se puede pensar al Uruguay sin mirar para afuera, y cuando digo para afuera no me refiero sólo a la otra orilla del Plata o las relaciones transatlánticas, es decir, los vínculos con Europa, sino también a otras experiencias regionales. Es una convicción que probablemente ya tenía pero que se volvió más neta a medida que avanzaba en la investigación y, en particular, en el relevamiento del archivo de Herrera", explicó a El País Laura Reali, cuyo libro sobre Luis Alberto de Herrera, Herrera, la revolución del orden, editado por Banda Oriental, ya se encuentra en librerías.

El material, de 254 páginas es también una historia de amplia geografía, dado que su origen estuvo en la Facultad de Humanidades, y luego se convirtió en tesis, que la autora defendió en 2005 en la Escuela de Altos Estudios en Ciencias Sociales, de París. Esa tesis, traducida y reescrita para hacerla accesible al lector no especializado, sale ahora al mercado, luego de años de trabajo.

"Al trabajar con los intercambios epistolares de Herrera, procurando reconstruir las redes políticas e intelectuales de las que formaba parte, me apareció evidente la dimensión transnacional que debía dar a la investigación", dice Reali. "En el libro analizo esencialmente la circulación con Argentina y Francia, pero en la segunda parte de mi tesis de doctorado —que no es recogida en este libro— abordo también los vínculos con Paraguay (y en menor grado con Argentina y Brasil), al indagar cómo se va construyendo, en la primera mitad del siglo XIX, un relato histórico revisionista en relación con la Guerra del Paraguay".

El resultado es una revisión de una de las figuras clave de la política uruguaya, puesto que Herrera fue a la vez un líder del Partido Nacional, destacado diplomático, pero además un activo intelectual, de fuerte presencia en la prensa y autor de varias obras fundamentales para entender la historia local.

El libro, Herrera. La revolución del orden. Discursos y prácticas políticas (1897-1929), promete ser a la vez novedoso en la mirada que aporta y próximo a todo lector. "Creo —y espero no equivocarme— que el lector menos especializado no encontrará obstáculos significativos. El hecho de haber escrito el trabajo en un medio académico donde no se conoce necesariamente la experiencia uruguaya, lleva a que uno no dé todo por sentado y haga un esfuerzo de contextualización. Por otra parte, no tengo una gran propensión a desarrollar los aspectos teóricos sobre los que reposa mi trabajo, lo que pienso puede contribuir también, en este caso, a una lectura más fluida".

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