Una charla con la nueva sensación de la música latina.

Mon Laferte llegó a la fama internacional recorriendo un camino largo, lento y sinuoso, mucho de eso por decisión propia. Se hizo conocida en su Chile natal cuando pisaba los 20 años, gracias a un reality de talentos que la llevó a cantar, a probarse en el teatro y en el cine, y a exponer de más su vida privada. Y fue demasiado.

Con 24 años armó la valija y se fue, sola, a México, a probar suerte. Cantó en la calle y en los bares, se fue curtiendo, superó un cáncer y para cuando grabó y lanzó su primer disco de manera independiente, su nombre ya empezó a correr de boca en boca. Y ese fenómeno nunca más se detuvo, porque cuando uno se deja seducir por los encantos de esta muchacha de voz imponente, mirada fuerte y look a lo Amy Winehouse, quiere que a todos les pase lo mismo.

Hoy, Mon Laferte es una de las sensaciones de la música latina, con un estilo que va de la cumbia al ska, pasando por el rock y el pop melódico, todo con una estética mexicana que le da o un aire de gran fiesta, o uno de drama desgarrador.

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Su disco Mon Laferte Vol. 1 le abrió más puertas, la llevó a grandes escenarios y a estar en los premios de música, un ciclo que se cerró de alguna manera con su consagración absoluta este año en el Festival de Viña del Mar, de donde es oriunda. Ahora busca abrir una nueva etapa con La Trenza, el buen disco que lanzó hace algunos meses y que ya está presentando en una gira regional que, de 15 fechas, tiene 11 agotadas. La cierra el 7 de julio en Buenos Aires, y antes de eso conversó por teléfono con El País.

—Quiero preguntarte primero por tu encuentro con Jorge Drexler, que te invitó a grabar para su nuevo disco.

—¡Sí! Yo soy superfan, me sé todas las canciones y me ha inspirado un montón con su música, entonces en La trenza, yo cito una canción de él, en "Primaveral". La canción dice que estamos haciendo el amor y "escuchamos mirando al techo esa canción que habla de si esto será real, que habla de si esto es una locura, que habla que tú ya colgaste tu armadura en mi portal", de su canción "Fusión". Y los fans empezaron a mandarle a Drexler la canción por Twitter, y de pronto me llega un mensaje directo de él y me pone: "Qué bonita tu canción, es hermosa. Muchas gracias por citarme". Y empezamos a hablar por Twitter y de la nada me dice que iba a ir a México a grabar el disco, que tenía una canción y quería grabar conmigo. Fui, grabamos al mismo tiempo y fue hermoso, es una persona hermosa.

—Pasemos a La trenza. Venías de un disco llamado Mon Laferte, vol. 1. ¿Este desplazó a un posible volumen dos?

—Sí, no me parecía correcto que fuera una continuación ya que no fueron discos escritos al mismo tiempo y fueron grabados de manera totalmente diferente. Me parece que La trenza tiene su propia personalidad, tiene nombre y apellido. Y el Volumen 1 lo grabé en mi casa con cero peso, con problemas emocionales, fue grabado de noche, me fumaba una caja mientras grababa. Y este nuevo álbum me toma en un momento de felicidad extrema, de vivir de día, de dejar cualquier tipo de adicción. Entonces tenía que tener otro nombre, ser diferente.

—¿Partís de emociones propias para componer, o te inspirás en otros?

—Puedo inspirarme en historias ajenas, pero la verdad es que siempre empiezo de emociones propias porque me cuesta mucho escribir de otra manera.

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—Encontrar tu plena voz, ¿te llevó mucho tiempo?

—Yo creo que sí, muchísimo. El encontrar mi propia voz ha sido un camino muy largo, porque empecé a cantar muy jovencita y al cantar covers, tenía que adaptar mis tonos a eso. Eso me hacía estar cambiando mucho la voz, que siento que aún está cambiando pero que ya tiene más personalidad. Y mi imagen era más inestable. Pero hoy me di cuenta que todo lo que he sido, porque hay muchas mujeres en mí, se metió en una licuadora y salió esto. Todas esas mujeres hacen la música que soy.

—Tú reiniciaste tu carrera y hoy todo se mide en números grandes: entradas agotadas y miles de discos vendidos. ¿Cómo recibís eso?

—Siento que estoy viviendo un sueño, que tal vez siempre supe que iba a pasar, porque lo deseaba con tanta fuerza... Pero cuando empieza a suceder es extraño. También he tenido tanto trabajo que no he tenido tiempo de procesar todo lo que ha sucedido en los últimos dos años de mi vida. Pero me siento tremendamente feliz.

—Con tu historia y tus canciones, te has convertido en una referencia de empoderamiento femenino. ¿Cómo te sentís en ese lugar?

—Pienso que es difícil estar en este lugar, porque evidentemente pasas a ser una figura pública y un referente para muchas personas. Y tampoco es lo que yo busqué; yo simplemente quería cantar. A veces siento mucha responsabilidad de los temas que toco en mis canciones, y por un lado está la parte artística, que yo no me debo traicionar como artista y debo dejar florecer mis emociones, hasta las más oscuras. Pero por otro lado, no sé si estas temáticas le hacen bien al momento que estamos viviendo, luchando por la igualdad de género, porque de repente se malinterpretan. He dejado canciones afuera de mis discos por este tema. Tengo muchos conflictos porque soy una persona muy intensa y muy expresiva, pero a la vez sé que tengo una responsabilidad y trato de cuidar ciertas cosas. Tampoco me quiero volver una marioneta.

BELÉN FOUMENT

MON LAFERTEBELÉN FOUMENT