Crítica

La Orquesta Filarmónica dirigida por Martín Lebel con un programa destacado

La velada se inició con un rondó sinfónico, Le boeuf sur le toit de Darius Milhaud. Si bien la interpretación que el director francés Martín Lebel ofreció con la Filarmónica fue excelente on sus múltiples y chispeantes ritmos, la obra resultó un verdadero collage de plagios.

Las piezas pertenecen a los brasileños Ernesto Nazareth, Chiquinha Gonzaga, Alexandre Levy, Marcelo Tupinambá, João de Souza Lima, Alberto Nepomuceno y otros no tan conocidos. Milhaud en sus dos años de estadía en Río de Janeiro (entre 1917 y 1919) como secretario del poeta y embajador Paul Claudel recogió estas partituras y cuando volvió a Paris las unió en forma de rondó orquestándolas y acrecentándole la bitonalidad para ser utilizada como banda sonora de un film de Chaplin. Al no concretarse este proyecto Milhaud la destinó para un ballet.

Lo imperdonable de Milhaud es que se atribuyó y registró como propias todas las melodías que integraban la obra, sin aclarar a quienes pertenecían. El plagio de una pieza se configura cuando hay ocho compases iguales, Milhaud superó plenamente esta cantidad.

Cuando algunos músicos compatriotas acusan injustamente sin haber realizado un estudio profundo a Francisco José Debali de que nuestro Himno Nacional es copia de la ópera Lucrecia Borgia de Donizetti cuando lo único que tiene igual es un compás y medio de la stretta que aparece en el coro, que dirían entonces de Milhaud.

La suite “Imágenes” para flauta y orquesta del compositor paulista Alexandre Guerra (1971) fue estrenada el 21 de octubre de 2017 en el Teatro do Adamastor por la Orquesta Juvenil del Municipio de Guarulhos en San Pablo) conducida por Emiliano Patarra. El solista y destinatario de la obra fue el prestigioso flautista Rogério Wolf. Para nuestro país fue la primera audición y la solista fue Olga Bertinat.

Esta bellísima suite de Guerra está escrita en un lenguaje tonal, percibiéndose claras influencias de Debussy y Ravel. En ella encontramos una gran riqueza melódica que fluye a lo largo de las ocho imágenes donde la flauta evoca diferentes paisajes sonoros que nos recuerdan a cuadros impresionistas. El acompañamiento orquestal es sutil y equilibrado lográndose una amalgama perfecta entre solista y orquesta. La música de Guerra es sumamente ilustrativa de allí se desprende su vasta experiencia en bandas sonoras de filmes, documentales y series.

El talento compositivo de Guerra lo vuelve un continuador de Ennio Morricone. Bertinat volvió a deslumbrarnos con la belleza de su sonoridad, su impecable técnica respiratoria, su virtuosismo y por sobre todas las cosas su expresividad. Indudablemente es una de nuestras más promisorias flautistas. Y Lebel hizo que la orquesta brindara un acompañamiento notable a la solista.

Para cerrar este hermoso concierto la Filarmónica interpretó Images de Claude Debussy ya que este año se cumplieron los cien años de su fallecimiento. La elegancia, la musicalidad y la precisión en la géstica hacen de Lebel un director singular. Admiramos en él , el juego perfecto de sus manos que con gran flexibilidad y asombrosa claridad indican a los músicos los infinitos acentos, coloridos y efectos de sonoridad que se requieren. Lebel logra que la orquesta fluya naturalmente y que cada instrumentista se sienta libre y al mismo tiempo compenetrado.