Crítica

Reseña del concierto que dio el colectivo Celebrating David Bowie, el lunes en Montevideo

Se presentaba como una celebración, y alguno habrá pensado en este show como una instancia perfecta para hacer un karaoke colectivo de David Bowie. Pues bien, el lunes por la noche, esta reunión de músicos llamada Celebrating David Bowie tuvo un poco de esas dos cosas: fue una fiesta, y también una instancia para entonar himnos y joyas de un repertorio que es tan vasto como versátil.

Con el virtuoso guitarrista y cantante Adrian Belew a la cabeza, esta banda que gira por la región y paró en Uruguay, a tocar las canciones de un artista icónico del siglo XX, dio en La Trastienda una demostración de talento. Porque todos los que estuvieron sobre el escenario —Paul Dempsey y Angelo Bundini en guitarras y voces, el parco House en el bajo, el tremendo baterista Michael Urbano, Ron Dziubla en saxo y más— son músicos virtuosos, sesionistas de primera línea, que tienen un oficio al que pocos rockeros podrán competirle.

Eso se notó en la solidez con la que tocaron un setlist bastante largo y ajustado a las versiones originales, sobre las que lo más sorprendente fue el histrionismo de Angelo Moore, ese moreno de complexión pequeña, risa grande y rapidez para enfundarse en un vestuario y otro y otro, en un maquillaje y otro, como trayendo también la presencia física de Bowie a Uruguay, pero sin perder su sello propio.