ENTREVISTA

Una foto representativa de alrededor de cien shows, y un complemento del unplugged lanzado en 2019 y que fue la excusa para toda esa gira ahora interrumpida por la pandemia. Eso es Otras canciones en vivo en Latinoamérica, el álbum que No Te Va Gustar lanzó el 24 de abril, y que incluye versiones renovadas de algunos clásicos y no tan clásicos, que fueron registradas en presentaciones de este tour.

La versión resumida indica que No Te Va Gustar grabó en diciembre de 2018 Otras canciones, un unplugged con invitados y especial audiovisual disponible en YouTube. Lo lanzó en abril y en junio inauguró una gira por teatros, nacional e internacional, que de hecho debería estar en marcha. Esta postergación obligatoria de una serie de fechas en Argentina coincidió con el lanzamiento ya previsto de Otras canciones en vivo en Latinoamérica, un elemento más de una propuesta ambiciosa. Allí hay parte de recitales dados en Uruguay, Argentina, México, Paraguay, Chile y Colombia.

Este álbum equilibra canciones habituales en el repertorio con otras que no suelen tocar en vivo. Algunas versiones, como las de “La única voz” o “Solo tu boca”, podrían haber entrado en Otras canciones; las de “Navegar” y “Difícil” estaban en la vuelta hace mucho tiempo, y luego está “Tan lejos”, un clásico que aquí cuenta con el aporte fundamental del público de una noche en el Gran Rex, o “Te para tres”, de Gustavo Cerati.

“Era una canción de camarín o de ómnibus, de esas que se cantan en la previa”, cuenta el trompetista Martín Gil. “Nos gustaba cómo salía, la pasamos en alguna prueba de sonido, y justo coincidió que era el cumpleaños de Cerati y la tocamos el año pasado en el Gran Rex”, dice de un registro que es a guitarra y voz, con arreglo de cuerdas y trombón.

“‘Difícil’ es uno de los temas que más disfrutamos, porque es una versión recontra distinta y rara en sí”, cuenta el tecladista Fran Nasser sobre esta nueva cara de un tema originalmente incluido en el Aunque cueste ver el sol. “Es superlenta, yo meto unos delays y unas cosas re viajeras, y termina con un solo de batería. Y todo eso pasaba en el show, había dinámicas así: de repente estábamos rechiquito, se escuchaba cómo volaba una mosca, y de repente terminábamos con el Barta (Diego Bartaburu) cagando a palos la batería, yo haciendo pogo al costado... Todo eso era parte del show, no es que hicimos el disco y nos limitamos a reproducirlo. Es un show que va de arriba a abajo, y (lanzar) este en vivo es como para que eso quedara reflejado de alguna manera”, explica.

Para el bajista Guzmán Silveira, la clave de estos dos discos juntos es que “cuentan bastante resumida la historia de No Te Va Gustar”. La banda prevé grabar este año un nuevo álbum de estudio, eléctrico, pero el coronavirus mantiene varios planes en vilo.

De Otras canciones en vivo en Latinoamérica, la versión favorita de Silveira es “Mi demente” (de El tiempo otra vez avanza), “que llevamos para otro lado respecto a su versión original. Me gusta mucho el ambiente que se forma, todo el espacio sonoro que hay, y tocar el bajo en esa canción es muy lindo”. Gil resalta la obertura que compuso Nacho Algorta; hizo dos, y en el álbum se incluyó la que da pie a “Nada fue en vano”.

El otro aspecto disfrutable para todos, coinciden, es el de la novedad. Esta apuesta casi acústica los llevó a incorporar nuevos elementos a su instrumentación habitual. Gil suma fliscorno, Silveira pasa por el contrabajo y la guitarra criolla (por ejemplo en “Clara”, cuya nueva versión es idea suya), y Nasser casi que tuvo que aprender a tocar piano acústico. “Porque vengo de formación más tecladística y de sinte, y por momentos era, no te voy a mentir, ¡a la mierda, qué responsabilidad!”, cuenta entre risas. “Fue reconocer que iba a tener ese protagonismo, que ese sonido era el que iba a acompañar la voz de Emi (Brancciari), darle la personalidad al tema. Yo quedé reorgulloso y superconforme. Fue un aprendizaje, y quedamos entusiasmados con lo que quedó”.

“Y para las voces se trabajó un montón, porque en esta propuesta iban a estar muy al frente”, añade Gil. “Y tenemos la suerte de que cantamos o lo intentamos todos, entonces podíamos hacer variantes y aportar texturas. Disfrutamos mucho cantar juntos”.

“No Te Va Gustar es una banda que toca mucho, mucho, y como tiene un repertorio grande varía la lista. Y esto era nada que ver: bajar la pelota al piso, cada cosa que tocaras se iba a escuchar adelante, la gente está en silencio y sentada, con mucha exigencia y concentración. Y eso artísticamente fue muy motivante”, asegura Nasser.

Gil, por su parte, resalta que Otras canciones es “bien diferente al eléctrico, y tiene eso de estar confinado en un espacio cerrado, previsto para ese tipo de espectáculos. Genera otro clima, la comunicación con el público es diferente, estás más cerca; y después, está lo superdisfrutable de ir conociendo un montón de teatros con mucha historia, que hablan de la cultura del teatro y también de la ciudad que crece alrededor”.

A ese marco más global se le agrega la experiencia individual, que además de los cambios de instrumentación, en vivo implicó cambiar la forma en la que los músicos se paran en el escenario. Los vientos, que en el formato eléctrico siempre están al frente a la derecha, ahora se reubicaron al fondo a la izquierda; Nasser y su set están al frente, y así.

“Realmente nos permitió expresar toda una parte musical de la banda y de cada uno de nosotros, que es difícil que se presente en un espectáculo eléctrico”, comenta Gil sobre toda la experiencia de Otras canciones. Y Nasser resume: “Este show fue como un chapuzón en el medio del verano”.