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"Si te acuerdas de lo que hiciste en los ochenta es que no los viviste"

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Sabina. Foto: Ariel Colmegna

Entrevista

Una charla personal Joaquín Sabina en la que habla de sus excesos, sus influencias y su actualidad

Entra Joaquín Sabina en la estancia, con un vaso largo de chupito en la mano, lleno de tequila, y la mirada oscura de quien ha visto el otro lado. Su voz, más que una voz, parece el ronroneo de un tubo de escape. Ofrece tequila y café. Son las 17.30. Y asegura que esta bebida es el mejor bálsamo para los músicos: no hay más que fijarse en los mariachis y su capacidad para trotar día y noche; también le da por recordar uno de sus oficios cuando huyó de joven a Londres: fue maquillador de muertos. Describe un movimiento breve con la mano, así pasaba el peinecito a los cadáveres. 

Un rato después, el artista, de 69 años, se apoltrona en el sillón de cuero en el salón de su dúplex de Madrid y enciende un pitillo. A su derecha se ven una decena de estatuillas religiosas; a su espalda, un piano y una guitarra. Por el rabillo del ojo, él controla el traje de luces que le regaló el torero José Tomás.

u2014¿Qué le parece la música de hoy?

u2014No sé si soy una voz autorizada porque oigo poca música y no estoy al tanto. Y a veces, como todos los viejos, reacciono contra lo nuevo. Me decepcionó mucho el rap, que se ha ido convirtiendo con los años en poesía de analfabeto y para analfabeto que habla fundamentalmente de quién la tiene más larga. Ahora pones la radio y es un desastre su maléfica influencia. Cualquiera cree que puede rimar y versificar.

u2014¿Y los cambios en la industria?

u2014Ya no hay que hacer ese peregrinaje terrible por las discográficas para que te publiquen; en tu casa, con muy pocos aparatos, puedes hacer unos discos cojonudos y mandarlos a Internet. Eso me parece una gran noticia. Lo que ocurre es que son medios demasiado potentes para la falta de talento individual que uno ve. Pero supongo que eso ha pasado siempre. En cualquier caso, soy un tipo que no es que no tenga Internet. No tengo ni teléfono. Soy una especie de hombre de las cavernas. No sé lo que son las redes sociales. Creo además que, si hay algo importante, acaba saliendo en la prensa. Es la única costumbre que tengo: paso dos horas diarias con la prensa.

u2014¿A qué dedica su tiempo?

u2014Estos días estoy calentándome la cabeza parau2026 como me he puesto un lugar [ha reformado un apartamento en el mismo edificio] solo para trabajar y no oír cosas domésticas ni nada, pues estoy mentalizándome para empezar este lunes.

Sabina: Lo niego todo
Vea el video clip del confesional "Lo niego todo" de su último disco

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u2014¿Siempre empieza un lunes?

u2014Funciono así. Nunca he sido de costumbres, sino de rachas. Puedo pasar un par de años sin subirme al escenario y sin echarlo de menos. A mí me sacude más la necesidad de escribir. Y lo que hago todos los días: leo siempre un par de horas. Incluso más en las giras, porque, como mi voz está como está, entre concierto y concierto estoy mudo. Mudo quiere decir mudo. Sin hablar. Entonces, ¿qué hago para no pegarme un tiro? Leer. Me entero bien de la política de los sitios donde estoy, leo las últimas novedades, a los poetas viejos que aún no había conseguido. La borrachera del último día se la puede imaginar.

u2014Me ha recordado su último concierto en Madrid. Abandonó el escenario porque se quedó sin voz.

u2014Yo sabía que estaba engañando a la gente que había pagado y que me estaba viendo en unas condiciones que no se merecían. No puedo hacer eso. No lo pude hacer nunca. Por eso esa maldita leyenda de que lo he hecho más de una vez. Lo he hecho más de una vez, pero mi primo y maestro Serrat este año lo ha hecho varias veces y no ha salido ni en la prensa: suspendo porque estoy afónico y ya está.

u2014¿Le fastidia que salga en la prensa?

u2014Me fastidia la leyenda, porque no he sido tan informal. Este año, por ejemplo, he dado 80 conciertos en 12 países. Me jodió mucho que el gatillazo fuera justo en Madrid. Siempre me pasa.

u2014¿Por qué?

u2014Supongo que me agarrota el nervio y eso influye. Y con los años, y eso te lo dirán todos, no es cosa mía, es mucho peor. De joven no eres consciente de que tienes una responsabilidad con el público, y eso funciona muy bien. Pero cuando vas sabiendo que han salido de su casa, se han gastado un dinero que no tienen en comprar una entrada que es cara y han ido y te amanu2026 Buf, es mucho más jodido.

u2014Antes de suspender, dijo desde el escenario: u201cEnvejecer es una puta mierdau201d.

u2014Estamos hartos de que la gente diga que es estupendo envejecer. Váyase usted a la mierda. ¿Quién quiere ser viejo? Nadie.

De pronto, Sabina se percata de los vasos vacíos y grita: u201c¡Jime! ¡El periodista es un borracho, quiere un tequila y yo también para no dejarlo solo!u201d. Aparece Jimena Coronado, su pareja desde hace dos décadas y con quien convive, y le recrimina: u201cJoaquinito, me conozco todos tus trucosu201d. Pero rellena los vasos, y Sabina lo celebra: u201cEs una bebida maravillosau201d. Le comento otra entrevista bien regada que hice hace tiempo con el músico Fito Cabrales. Responde: u201cFito es un tipo cojonudo. Hay cosas que le envidio mucho; por ejemplo, que se criara poniendo copas en un bar de putas, siempre se lo digo. Y él responde: u2018¡Por qué me envidias eso, si era una mierda!u2019. Y digo: u2018Hombre, porque es el mejor terreno para escribir cancionesu201d.

u2014Usted ha maquillado cadáveres, tampoco está mal.

u2014Por eso no se lo he contado nunca a un periodista, porque van a decir: este se está tirando el moco del malditismo. Lo quiero mucho a Fito. Iba a cantar con él, pero lo dejé tirado porque era a la semana del gatillazo en Madrid.

u2014En su caso, me ofreció pacharán.

u2014¿Pacharán? Pero eso es bebida de solteronas. No me jodas.

Él no bebía, porque tuvo sus problemasu2026

u2014Estuvo muy malo con la bebida y la coca. Ahora está muy bien. Y lo lleva bastante a rajatabla. Se fuma un cigarrillo y se toma una copa sin problemas, pero tuvo años malos.

u2014Fue sobre todo al componer Lo más lejos a tu lado (2003), pasaba días sin dormir. Creo que a usted le sucedió lo mismo conu2026

Joaquín Sabina
Vea el video clip de "19 días y 500 noches", uno de sus más grandes éxitos

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u201419 días y 500 noches. Al acabar el disco me quité de la coca. Un día en Marrakech dije: u201cSe acabóu201d. Y se acabó. Pero en 19 díasu2026 me estaba tres días sin dormir con un verso. Siempre digo que no sirvo de ejemplo a las madres de los drogadictos, porque dije hasta aquí y no tuve ni que internarme. Además, soy monógamo, pero no fundamentalista: si después de una gira un pipa me invita, me tomo una raya sin problemas. Eso sucede no más de tres o cuatro veces al año. No me he vuelto antinada.

u2014Hombre, si se puede controlaru2026

u2014Es que yo creo que la coca que tomábamos en esa época era cal de las paredes, porque algún día me la tomé en Colombia y me dio vuelta la cabeza, cosa que no pasó aquí.

u2014Fito me habló de un viaje a Cuba que ni recordaba.

u2014Esa frase que se dice aquí es muy verdadera: si te acuerdas de lo que hiciste en los ochenta es que no los viviste. Tengo zonas completamente borradas. El otro día me contó un amigo, otro cantante que solía estar por aquí cuando medio Madrid tenía las llaves de mi casa, que un día vino el cobrador del frac. Me lo demostró con pruebas. No me acuerdo en absoluto; no me acuerdo de novias de esa época. ¿Sabes el Atahualpa Yupanqui? Que era muy cabrón, muy mala persona y tiene una anécdota genial. Está en un aeropuerto y viene una chica estupenda y le dice: u201cDon Ata, ¿no se acuerda usted de mí?u201d. Don Ata la mira así. u201c¿No se acuerda de aquel viaje que hicimos, aquellas noches maravillosas?u201d. Y dice Don Ata: u201cQué sé yo. ¡Uno ha cogido tanto!u201d. Ja, ja, el cabrón. Es fantástico.

u2014Habla de Atahualpa. ¿Quiénes han sido sus influencias?

u2014Si quiere saber mis santos: Dylan y Cohen, en el lado del anglosajón; como intérprete, Billie Holiday; en el lado francés, Brassens; en el español, José Alfredo Jiménez y Goyeneche, un cantante de tangos; el más grande: Serrat; le tengo enorme respeto a Paco Ibáñez, que nos dio a conocer la mejor poesía española con voz de cabra. Silvio Rodríguez, Pablo Milanés y Juan Luis Guerra, que puso a bailar a las gordas europeas que no sabían que tenían caderas. Y el panameño de la salsa, Rubén Blades. En Argentina, 30 años después del tango, Charly García. Pero escucharía a Dylan, a Brassens y a Cohen toda la vida. No encuentro al Dylan ni al Cohen actual de 20 años.

u2014Habrá alguien de hoy.

u2014Me interesan Leyva y Vanesa Martín, a quienes he conocido aquí tocando la guitarra y cantando. Y están pasando cosas en el flamenco, desde Rosalía hasta Poveda. Ah, y un cantante amigo mío, al que me traje de Uruguay, Jorge Drexler. Del indie me gusta Vetusta Morla, aunque sus letras siguen siendo muy oscuras.

u2014Hay bastante de América Latina. ¿Qué se trae cuando regresa de allí?

u2014El corazón inflamado. Allí se ha construido una especie de culto. No me gusta la palabra, pero pasa. Y, claro, para un tipo que lo único que quiere es comunicarse con la gente en su idioma, pues da muchísimo gusto. Un tipo, cuidado, que tiene 70 años ya.

u2014¿No son 69?

u2014Celebré los 70 el otro día. Porque José Tomás, mi amigo el torero, está tan enamorado como yo de José Alfredo y se trajo el mejor mariachi de México. Me lo regaló e invité a todos mis amigos aquí en Casa Patas. Por si no llegaba a mi cumpleaños, dije: voy a aprovechar este mariachi. u2014EPS

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