Al tango no se le debe solamente un mar de composiciones musicales que generó a los largo de décadas. Y de sus letras, a veces divertidas, otras más filosóficas, algunas muy poéticas y otras lisas y llanas.

El tango ha dado pie a muchísimas versiones y reinterpretaciones de los originales, en un juego de espejos que multiplicó su enorme cantera de melodías. Está el que toma un tango y lo lleva a otro género, y el que toma una melodía de otro género, y la trae al tango. En ese ir y venir, la música popular del Río de la Plata ha multiplicado, muchas veces, su propio brillo.

Todo esto viene a cuento del nuevo Cd que Ayuí/Tacuabé acaba de lanzar, que fue en 1973 un vinilo que llegó a las disquerías y que ahora se reedita para volverlo a difundir y buscarle nuevos oyentes. Se trata de Luis Pasquet interpreta doce tangos en piano solo, un exquisito material que toma tangos más conocidos unos, algo menos otros, y los interpreta con el rigor, la inspiración y la sutileza de un pianista de primer nivel, con la fineza de los grandes intérpretes de la música clásica.

Por ejemplo, Soledad, del repertorio gardeliano, es recorrido con unos matices y unos tiempos tan delicados que recuerda el arte de Erik Satie. O La última curda, de Aníbal Troilo, que también asoma llena de sutilezas y a la vez de fuerza. Así, una docena de composiciones son ofrecidas desde el enorme poder musical del piano, y desde la capacidad de este gran ejecutante de ir desde lo lírico a lo más ligero.

Intérprete: Luis Pasquet al piano. Sello: Ayuí/Tacuabé. El disco fue editado por primera vez en vinilo en 1973.

Crítica