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Shows con fechas y reapertura de El Galpón entre protocolos y dudas: así viene la fase 0

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Escenario en un recital de música. Foto: Shutterstock

ESPECTÁCULOS PÚBLICOS

Con la programación de los primeros recitales desde la habilitación de los espectáculos públicos, un vistazo a la nueva agenda cultural

Y un día volvió, o más bien volverá, la música en vivo. Tres meses y varios días después de que el gobierno anunciara la suspensión de los espectáculos públicos por la pandemia del coronavirus, 20 semanas después de que se parara la máquina cultural local y la escena se llenara de preguntas, la reactivación está próxima a darse. Las certezas son pocas y los recaudos muchos; a falta todavía de un protocolo oficial definitivo, y a conciencia de que todo puede variar en función de los cambios en la curva de contagio, las salas comienzan a programar funciones.

El primer anuncio de peso en Montevideo llegó de la mano de Buenos Muchachos, que el lunes fijó tres presentaciones en La Trastienda para el 9, 10 y 11 de julio. Las entradas se pusieron en venta ayer por la tarde y volaron, por lo que se agregaron tres shows más, para el 13, 14 y 15.

En esta primera etapa o fase 0 de la reactivación, La Trastienda puso en venta 140 entradas por función —100 en planta baja y 40 en platea—, que se traducen en aproximadamente un tercio del aforo de la sala en su propuesta de mesas y sillas, que es la única con la que las salas podrán volver a programar de momento.

“Estamos trabajando en una agenda, está gordita, y en los próximos días vamos a ir anunciando más conciertos”, adelantó a El País el director de La Trastienda, Danilo Astori Sueiro, “únicamente en este formato fase 0: mismo aforo, misma configuración de mesas y sillas, cuatro personas por mesa o por living arriba; no gente de pie ni en la barra”.

Los Buenos Muchachos no son los únicos con novedades. El cantautor Fabián Marquisio, por ejemplo, tocará este sábado en el pub Anyway de Mercedes, que con el distanciamiento de mesas requerido verá reducida su capacidad habitual a la mitad, de 100 a 55. Es probable que sea el primer show oficial, al menos con difusión previa, que se hace con público en todo este período de pandemia.

“Anyway es como el lugar de conciertos en Mercedes, donde se toca mucho, y no sé muy bien qué esperar. Es un toque distinto; me imagino que va a haber como una mezcla de ansiedad, de encontrarse después de tanto tiempo, y también una cierta tensión, preocupación. Realmente me parece apasionante enfrentarme a esto que es una experiencia totalmente nueva”, dice Marquisio a El País. Su show estaba previsto para abril con toda su banda, pero fue pospuesto por el coronavirus; ahora, por los requisitos actuales, tocará solo, a guitarra y voz.

En Montevideo, la incipiente agenda ya tiene marcado un show de Pardo di Nardo para el 11 de julio en El Chamuyo. El Teatro El Galpón tendrá un ciclo de recitales a partir del 20 de este mes, por el que pasarán Sebastián Casafúa con Mandrake Wolf, Samantha Navarro, Cuarteto Ricacosa y Washington y Cristina. 

REAPERtura

Los detalles de la vuelta del Teatro El Galpón

“El presidente habilitó los espectáculos públicos a condición de tener el protocolo aprobado, y a simple vista, el protocolo aprobado está. Pero como hay un camino de que el protocolo tiene que volver al Ministerio de Educación y Cultura, que es el que lo elevó, lo prudente es que nos digan cuáles son los procedimientos para la apertura”, resume el secretario general de El Galpón, Héctor Guido. Con prudencia pero entendiendo que hay luz verde, El Galpón armó un plan de actividades, con la novedad de que se le habilitaría un aforo de 250 personas que es el doble de lo que inicialmente se había estimado, todo según la recomendación última del MSP.

Así, el 10 de julio realizará una feria en el hall junto con la editorial Banda Oriental y el sello Ayuí, porque “es imprescindible que la gente empiece a sentir otra vez el olorcito de los teatros, por lo menos del hall”, dice Guido. Para el 11 está prevista la primera función teatral, una reposición de Todo por culpa de ella; y desde el 20 de julio, los lunes habrá música en vivo.

La aprobación del protocolo por parte del MSP vino con algunos cambios que pasan por cierta flexibilización. Por ejemplo, no será necesario el uso de felpudo sanitario para el público, ni la realización de hisopados quincenales al personal técnico y semanales a los artistas; y tampoco será obligatorio el uso de unas mascarillas acrílicas, todos elementos que habían sido planteados por la institución en su propuesta.

La reapertura será con “la distancia como tema absolutamente central”, dice Guido, que además sugiere que el público con factores de riesgo no vaya aunque, aclara, no se le cerrarán las puertas del teatro a nadie. “Hay algunos aspectos que corren por la responsabilidad individual”, dice, “pero nos vamos a manejar con una gran precaución. Estamos todos de acuerdo en que acá no se pueden bajar los brazos nunca”.

De cualquier manera, Guido extiende su mirada al resto de la escena: "Estamos muy preocupados por el resto de las salas, y más allá de que la nuestra está a disponibilidad de todos los grupos, somos parte de esa angustia que vive el sector por esta ausencia de trabajo".

Y Papina de Palma estará 8 de agosto en Sala del Museo. “Estoy obviamente muy manija”, dice De Palma, cuya última presentación en vivo fue el 13 de marzo, de invitada en un recital de Lucía Ferreira. “Ha sido muy larga la espera porque mi única fuente de ingreso son los shows”, agrega, aunque aclara que tuvo la contención como para no pasarla mal y que es de las privilegiadas que puede volver a tocar en esta fase 0, porque lo hará sola. “Pero en lo global y colectivo, todavía no estoy conforme y estoy pendiente y alerta de cómo sigue evolucionando todo esto. Ojalá rápidamente podamos volver a una situación en la que podamos tocar con normalidad. Y es re loco cómo el arte es prescindible, aparentemente, para las decisiones, y no se dimensiona a nivel institucional que esos espacios de conexión emocional son fundamentales para la salud”.

El de Papina no será el primer show que tendrá la sala de Rambla y Maciel en esta nueva etapa, confirmó a El País su director, Camilo Sequeira. Los Prolijos, Spuntone - Mendaro, Reytoro y un festival llamado Suena Uruguay son parte de la grilla que se vendrá.

Todo lo que se programe será con el mismo formato 0 del que hablaba Astori Sueiro, y de hecho la capacidad que se le aprobó a Sala del Museo tras una primera inspección es casi la misma que a La Trastienda: 145 personas entre mesas y la tribuna. “Pero seguramente se logre ampliar un poco más si nos aprueban la próxima estructura”, añadió Sequeira que, como el resto de sus colegas, al cierre de esta edición aún no había recibido el protocolo oficial de la Intendencia de Montevideo.

De momento, con el decreto de habilitación de los espectáculos públicos firmado por el presidente Luis Lacalle Pou, los productores trabajan con la referencia del protocolo elaborado por el colectivo Uruguay es Música, que en junio recibió el visto bueno de la Oficina de Planeamiento y Presupuesto y de Presidencia.

También está hablada pero no oficializada la intención de la Intendencia de exonerar el 9,09 % del impuesto municipal general. Con los aforos reducidos a una mínima expresión, hacer de esta primera etapa de conciertos algo rentable es imposible. Habrá un incremento en los precios de entradas, aunque las salas trabajan para evitar un gran impacto.

¿Qué pasa con el protocolo? “La modificación del decreto que hizo Presidencia dice que los espectáculos que se habilitan son los que cuentan con protocolo aprobado por el Poder Ejecutivo. Y el Poder Ejecutivo no ha aprobado oficialmente protocolos aprobados, a nosotros no nos han llegado”, explica a El País el director de Cultura de la Intendencia, Ramiro Pallares. “La Intendencia quiere habilitar, ya lo ha dicho más de una vez; lo que requiere es la formalidad, porque es una institución pública que se regula por norma. Y si la norma no está, no hay de dónde agarrarse”.

¿Y con la exoneración del impuesto? “Está en estudio y la intención es que por este año, a los espectáculos musicales que deberían pagar el impuesto, se les pueda exonerar. Se está trabajando en eso”, afirma Pallares.

Con el terreno listo para volver y los últimos ajustes pendientes, lo que está claro es que esta nueva etapa vendrá reforzada con la virtualidad. La Sala del Museo tendrá una transmisión por streaming, con entrada paga, habilitada para todos los shows (la decisión final será del artista). En tanto la Institución Teatral El Galpón, única en su rubro con protocolo aprobado para reabrir puertas, prevé reponer la obra Todo por culpa de ella el sábado 11 de julio, de forma presencial y online. “Trabajamos mucho en un sistema de streaming, porque somos conscientes de que hay muchos uruguayos que no van a salir por un tiempo”, dijo a El País Héctor Guido, secretario general de El Galpón, “y deseamos llegarles a las casas a través de un sistema con el que puedan ver la obra en vivo desde internet”.

Este acceso por streaming será libre para socios de la institución, y se cobrará una entrada popular (por pantalla y no por persona) al resto del público. “Y queremos que técnicamente sea del más alto nivel”, acota Guido. Igual, más allá de las ventajas tecnológicas y de que urgen algunas respuestas económicas, “lo más grato es poder reencontrarnos entre los artistas”, dice Guido, “y que esta apertura es imprescindible a nivel social. Todos necesitamos tener estos espacios”.

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