CRÍTICA
Crítica del concierto del pianista español Rubén Talón en el Auditorio Nelly Goitiño
El Centro Cultural de España, en colaboración con el Sodre, presentó al eximio pianista valenciano Rubén Talón, con un programa donde se ponía en juego no sólo la destreza del intérprete ante las dificultades técnicas, sino la fina sensibilidad del ejecutante.
Talón inició el recital con la u201cSonata quasi una fantasía op.27 nº 2u201dde Beethoven, conocida popularmente como u201cClaro de Lunau201d. En su interpretación se pudieron apreciar los diversos cambios de sonoridad e intensidad, la seguridad con que domina los más íntimos secretos de las articulaciones y acentos, así como el inteligente empleo de los pedales. Luego presentó, con expresión profunda de estilo y pulcritud absoluta de efectos, la u201cFantasía Béticau201d de Manuel de Falla que fuera dedicada al insigne pianista polaco Arthur Rubinstein.
La segunda parte comenzó con una de las últimas composiciones de Franz Liszt, la enigmática u201cNubes grisesu201d escrita en 1881. Allí, el compositor deja de lado totalmente el virtuosismo de otras épocas y exige que el intérprete vuelque toda su expresividad en esas dos carillas. Talón demostró, en su versión, cuán sensible es, reafirmando las palabras que vertió en un reportaje: u201cLa música no es para estar pensando, sino sintiendou201d.
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Continuó el programa con la obra cumbre de la producción lisztiana, la endiablada u201cSonata en si menoru201d que fuera dedicada a Schumann, y que tantos pianistas rehúsan de tocar debido a las grandes exigencias técnicas y expresivas. a versión de Talón obedeció a un criterio bien definido en lo que refiere a una imagen directa de su estructura, lográndose además una precisa relación en las articulaciones de los acentos requeridos, muy a propósito para evidenciar el vigor particular de su sensibilidad.
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Fue una pena ver una sala semivacía para un pianista de trayectoria internacional; la falta de divulgación del concierto y la coincidencia de horario con la ejecución de la u201cNovena Sinfoníau201d de Beethoven por la Ossodre, conspiraron para esta ausencia de público.
No obstante, el pianista no se amedrentó y ofreció a los asistentes cinco bises: los preludios op.3 nº 2 y op.23 nº 5, dos estudios de Rachmaninoff y una miniatura musical de raíz folklórica fusionada con técnicas de vanguardia del compositor asturiano Luis Vásquez del Fresno, titulada u201cOrbayuu201d. Esperamos que el pianista vuelva pronto a Montevideo para actuar con alguna de las orquestas locales, y así compensar la falta de público que tuvo debido a los hechos ya mencionados.