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Ruben Rada, Chole Giannotti y Álvaro "Apagón" Albino repasan el legado de Bob Marley

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Bob Marley
Bob Marley.
Foto: Archivo.

REPASO

Este martes se cumplen 40 años de la muerte de Bob Marley, y los tres músicos hablan de la influencia de la leyenda del reggae en su obra

"Tu voz tan negra y sentida, / Los continentes unió, / Y aunque perdiste la vida, / Tu gusto a reggae quedó”, canta Ruben Rada en “Bob Marley”, dedicada a la mayor figura de la música jamaiquina, que murió hace hoy exactamente 40 años. Esa canción que volvió a grabar en 2019 para el disco Negro rock junto al argentino Dread Mar-I, resume bastante bien el legado de ese hombre de rastas y de voz poderosa que grabó unos cuantos himnos de resistencia, denuncia y redención.

“Marley es lo más grande que hay; es un Dios”, le dice Rada a El País. “Yo siento por él lo mismo que por Louis Armstrong: son tipos que llegaron al mundo entero y se volvieron embajadores de sus países”. El autor de “Las manzanas” y “Candombe para Gardel” asegura que la influencia de Marley “siempre aparece” en su música. Para él, el espíritu del jamaiquino ronda en canciones como “Cosa de negros”, “Oye Bembé”, “Malvín”, “Vente mañana” y, claro, “Bob Marley”, que originalmente grabó como un candombe en el disco Pa’ los uruguayos (1989).

“Escuché millones de sus canciones, pero ‘Could You Be Loved’ es un himno. Suena en todas las fiestas y la cantan los jóvenes”, dice sobre el artista que llegó a conocer una noche de 1976 en Oakland. Rada había ido al Paramount Theatre junto a Hugo Fattoruso a escuchar un show de triple programa: Airto Moreira, Bob James y Bob Marley & The Wailers. “Airto nos llevó a conocer a Marley y apenas entramos al camarín había una humareda que te mareaba”, relata. “El bajista (Aston Barrett) nos alcanzó un ‘gracioso’ y después no supe nada; quedé en otro lugar. Pero sí pude saludar a Marley y mirarlo a los ojos. Tenía una pasión y una ternura el tipo”.

Y esa pasión a la que hace referencia Rada es justamente lo que hizo de Marley una leyenda inoxidable. Gracias al disco Catch a Fire (1973), repleto de una música encantadora pero que retrataba una realidad asfixiante —hay que escuchar con atención “Concrete Jungle”, “400 Years” y “Slave Driver” para entenderlo—, el músico fue el encargado que el reggae trascendiera fronteras mientras cantaba con dolor sobre el racismo y la vida de una sociedad históricamente reprimida. Para cuando llegó Burnin’ (también de 1973) la revolución musical ya estaba en marcha: de la mano de “Get Up, Stand Up” y “I Shot the Sheriff” hizo bailar al público extranjero mientras invitaba a la reflexión.

“Yo soy de la época de los ochenta y lo que me acercó a su música fue lo que se escuchaba en las discotecas y en las radios”, le dice Chole Giannotti, el fundador de Kongo Bongo y Abuela Coca, a El País. Primero descubrió los éxitos “Could You Be Loved” y “No Woman No Cry” —esa que tuvo su versión definitiva cuando Marley la grabó en el disco Live!— y se terminó de sumergir en su obra cuando escuchó “Não Chore Mais”, la preciosa relectura de “No Woman No Cry” a cargo del brasileño Gilberto Gil. “A partir de esa canción fui generando una búsqueda que resultó ser una parte fundamental de mi evolución como músico y compositor”.

Al igual que a Rada y a todos aquellos oyentes que se concentran en el mensaje de sus letras, Giannotti quedó cautivado con el discurso de Marley. “Me pegó muy fuerte porque utilizaba una música juvenil y alegre para expresar su lucha. Una cosa me fue llevando a otra y di cuenta que Marley es, como se dice ahora, un influencer”, comenta antes de lanzar una carcajada. “Impulsó sueños de otros, como el mío”, agrega.

Y durante su paso por la Abuela Coca, uno de los grupos más versátiles de la música uruguaya, Giannotti se sumó a la escuela de Marley y buscó retratar la injusticia en unas cuantas canciones que se volvieron éxitos. Y, cuando se metió con el reggae —como en “Pulgoso”, “A eso voy”, “Curo heridas”, “Sumcom II” y “Resbalón”— siempre tuvo al artista fallecido en 1981 como referencia.

Pero no todo fue denuncia. Al igual que el camino que el jamaiquino adoptó en los discos que siguieron al fallido atentado que sufrió en 1976 —y que lo llevó a radicarse en Londres para grabar Exodus—, varias de las canciones de Giannotti también apostaron por la esperanza. El ejemplo perfecto está en Solo cosas buenas, el álbum solista que lanzó en 2019. Como demostró Marley en clásicos como “One Love / People Get Ready” y “Three Little Birds”, el optimismo también es una forma de resistencia a una realidad de tonos grises.

Álvaro “Apagón” Albino, el histórico cantante de Congo, conoció a la obra de Marley en 1989. En ese momento estaba interesado en el break dance y en el ska, pero apenas escuchó “Could You Be Loved” en Radio Independencia se metió de lleno en la obra del artista. “Era música nueva que entraba en mí, que tenía mucha rebeldía y hablaba de la negritud”, le explica a El País. Con la ayuda de amigos que viajaban al exterior, encargó los vinilos de Kaya (1978) y Uprising (1980) y tradujo las letras para descifrar los mensajes. “Descubrí poesías hermosas y diatribas que necesitaba a nivel interior. Fue muy importante en mi vida y luego marcó mi estilo”, asegura.

En canciones como “Who Feels It Knows It”, “War”, “Survival”, “Positive Vibration” y “Redemption Song”, el músico se sintió reflejado. “Como negro he sufrido racismo en Uruguay y uno puede sentir esa invisibilidad de gente que no entiende que también venimos de raíces con reyes y reinas. Y Marley ilustró esas cosas que son muy preciadas para la gente que busca libertad en estos tiempos “, explica. 

Albino entró a la banda a finales de los ochenta, cuando lo invitaron a un recital en Villa Biarritz, y en sus comienzos tuvo como referente a la obra del jamaiquino. “Queríamos hacer algo diferente y acaparar toda la información de colores, sensualidad y cadencia que nos encantó a todos, marcando el estilo de Congo”. Como homenaje al artista, grabaron “War”, “Positive Vibration” y “Redemption Song”.

“Bob Marley, Bob Marley, Bob Marley, ¡cuánto me diste!”, insiste Rada en el estribillo de su homenaje a la leyenda del reggae. A 40 años de su muerte a causa de un cáncer con el que luchó durante varios años, las denuncias del jamaiquino siguen vigentes. “Eso habla mal de la humanidad”, admite Giannotti. “La gente sigue escuchando esos mensajes y los seguimos viendo como una utopía. Están ganando los malos”. Sin embargo, las canciones de Marley siempre van a estar ahí, recordándonos lo esencial e invitándonos a hacer cambios. Y ese es su mayor legado.

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