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El regreso de Max Capote: de los Grammy Latinos a encontrar el verdadero éxito

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El músico Max Capote. Foto: Max Argibay

ENTREVISTA

Tras cinco años alejado de los escenarios, el ganador al Graffiti 2019 a mejor productor estrenó canción con Jorge Nasser, y tocan el sábado en Piriápolis

Max Capote no planificó una vuelta. En chancletas, en su estudio de Ciudad Vieja, en modo verano, el hombre que en verdad se llama Fabián Acosta y que supo atraer la atención del mercado musical hace más de 15 años, con el combo lentes oscuros, traje negro y whisky en la mano, habla de un regreso que no es tal, pero sí: su voz suena otra vez en las radios gracias a una colaboración con Jorge Nasser, y de a poco está volviendo a tocar. Este sábado, se presenta justo con Nasser en Piriápolis.

Max Capote, el que en 2011 fue nominado al Grammy Latino a mejor artista nuevo; el que estuvo en festivales de la talla de Vive Latino o South By Southwest; el que figuraba en Billboard o se metía en MTV, decidió dejar de tocar en 2015. Fue después de una gira grande por América del Norte, una gira cargadísima de recitales, entrevistas y kilómetros, por tierra o por aire, que le pasó una factura demasiado grande. El cantante volvió con ataques de pánico, 10 kilos más flaco y sobre todo, destrozado: u201cEstuvo increíble, pero fue una mezcla complicada. Me destrozóu201d, resume.

Cinco años atrás y de vuelta en Uruguay, este rockero tenía un buen disco recién editado, Aperitivo de moda; el excelente Chicle y el debut Grandes éxitos, como cartas valiosas con las que jugar. Con eso, su apariencia de personaje y unas canciones pegadizas u2014u201cTema 11u201d y u201cCulpableu201d en la cima de la listau2014, Max Capote y su banda habían generado un impacto considerable para lo que un proyecto de estas características, y la escena local de hace una década, podían esperar. Artísticamente, todo parecía estar más o menos bien, pero el cantautor resolvió que tenía que dejar la música, dejar el proyecto, dejar las canciones y dedicare a producir, grabar y todos esos otros roles que en los últimos cinco años, estuvo ocupando un poco más lejos del foco mediático.

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u201cSentí como una autopresión, no sé lo que sentíu201d, dice ahora sobre aquella decisión radical. u201cQuería dejar para no tocar nunca más. Y no es que estaba enojado con el medio ni nada, si me estaba yendo bárbaro, además. Tengo un disco (Aperitivo de moda) que nunca fue presentado, que quedó ahí, en el limbo. Ahora ya fue; demoré como cuatro años en grabarlo y quedó tirado ahí (se ríe). Está divino el disco, me gusta pila, lo presentamos sí en México en un lugar donde todos los guachos de 15 años cantaban todos los temas. Y tau201d.

el pasado

Los últimos cinco años

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u201cLo que hago es muy raro para el público en generalu201d, dice Max Capote analizando su rock and roll vintage, que se acerca tanto al bolero como al sonido Motown. u201cCuando salí yo, hice una cosa medio rara que era como un contenido para los programasu201d, reflexiona sobre la llegada mediática que tuvo en su momento y que le dio visibilidad, y lo convirtió en una cara conocida por fuera del público rockero. A eso contribuyó, además, el haber hecho en teatro el espectáculo 10 maneras de ser un hombre, con varios famosos más. u201cMucha gente me tiene, pero no sabe ni qué música hagou201d, dice entre risas.

Sin tocar ni grabar sus canciones, estos últimos cinco años Max Capote los pasó entre la paternidad (tiene dos hijos con la chef y comunicadora Ximena Torres) y el trabajo. Desde que inauguró en 2009, es el técnico sonidista de la Usina Cultural Cerro, donde ha grabado literalmente de todo u2014mucho folclore, punk, melódico y rap, cuentau2014; y además es un prestigioso y premiado productor. En este rubro ganó dos Graffiti, por su trabajo para el Badaboom! de Mint Parker, y el año pasado por Caudillo, de Sebastián Casafúa; y ha hecho una cantidad de primeros discos, algo que disfruta particularmente.

Y para este año tiene sobre la mesa los lo nuevo de la banda reggae Boom Plan, un disco de música para niños y otro de música cristiana, entre otras cosas: así de amplio es su abordaje.

el regreso

Tiempos presentes

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Hace un tiempo, todos los integrantes de la banda Max Capote coincidieron de vuelta en Uruguay. El guitarrista Leroy Machado volvió de España, El Gavilán (el otro guitarrista) también estaba, y estaban Juan Chao y Nacho Echeverría. u201cY me ilusionéu201d, dice Max como al pasar. Hubo un reencuentro, hubo un show de El Gavilán en Bluzz y un impulso por parte suya de volver a tocar, y sucedió. u201cY sonó la banda... Una locura. Se sonó todou201d.

En noviembre, Jorge Nasser tenía una canción pronta y su hijo Fran, músico y productor, le dijo que para que le quedara u201credondau201d, necesitaba a Max Capote. Es lógico: cualquiera que conozca la obra de los dos y haya escuchado u201cMás importanteu201d, tendería a pensar que es una canción de Max Capote. Pero no. Nasser llamó a Max una noche, le dijo que quería grabar con él y este le contestó que sí desde antes de escuchar el tema en cuestión. No planificó una vuelta ni planificó nada, pero las ganas de volver estaban ahí y esta fue una gran oportunidad. u201cMás importanteu201d terminó con un videoclip bien de verano, filmado en Piriápolis u2014obra del experto en videos de cumbia pop, Max Argibayu2014, y es una preciosa celebración de vida.

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Allí, en Piriápolis, en el flamante Espacio Miramar, tocarán este sábado y harán su colaboración y canciones de cada uno, con una única banda. u201cEstoy recopado, volviendo a querer tocaru201d, dice sobre el futuro, aunque aclara que lo único que tiene en concreto es este show del 1 de febrero. Hay algunas otras posibilidades en el horizonte, pero hasta ahora son eso, posibilidades.

u201cSi volviera, lo que me gustaría u2014y es como una especie de vuelta, estou2014 es que sea más auténtico, y no para buscar un éxito, que no existe. El éxito está en la familia, en un asado con los amigos y cagarnos de risa. Los hijos, cómo van aprendiendo a hablar. Eso es el éxito, no como pensaba antes que era, no sé, llegar a Las Vegas. Es mentira todo eso. Mirá este cambio radical... Antes no le decía a mis amigos que tocaba, porque si iban mis amigos a verme, era mentira, era falso: yo quería que vaya u2018el públicou2019, no mis amigos. Ahora quiero todo lo contrario: que mis shows se llenen de amigos, porque el éxito está ahí, cuando toco para ellosu201d.

en vivo

Regresar a escena con Nasser y en Piriápolis

Este sábado a las 22.00 en Piriápolis, Max Capote y Jorge Nasser darán un show conjunto. Con una única banda amoldada para la ocasión, ambos harán temas propios, y luego tocarán en vivo u201cMás importanteu201d, esta canción de autoría de Nasser pero que tiene el sello Capote, y que funciona como buena excusa para que este último vuelva, al menos una vez, a los escenarios.

El show será en Espacio Miramar (Rambla de los Argentinos 1126), allí donde funcionó hasta 2015 el Cine Miramar. Las entradas se consiguen en boleterías, anticipadas a $ 500 de 16.00 a 22.00; o a $ 600 el día del recital.

Piriápolis es una locación ideal para este regreso de Max Capote, ya que fue quien le propuso a Nasser rodar allí un video bien veraniego, para acompañar esta colaboración que funciona muy bien.

Al aire libre, en la rambla y en la costa, los dos músicos aparecen tocando y divirtiéndose en el clip, que tiene como coprotagonista al auto de Max Capote, un espléndido Renault Floride plateado.

u201cCómo sufrió ese autou201d, dice entre risas el músico, que asegura que filmaron el día más caluroso del verano pero que más allá de eso, disfrutaron el rodaje y se divirtieron mucho. u201cEl cachilo, las palmeritas de Piriápolis... Es divinou201d, resume.

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