Sonidos en la vuelta
Reseña del disco Where No One Stands Alone de Elvis Presley
Elvis Presley fue un cantante formidable. Lo demostró en sus discos de rock and roll, en los de su grandilocuencia de crooner obeso, en sus visitas al soul y en cualquier género que se le cruzara. El gospel, o sea la música religiosa, tampoco le fue ajena y, en sus mejores momentos, su voz parecía de inspiración divina. Siguiendo la senda de sus regrabaciones con la Royal Philharmonic Orchestra (una fórmula que aportó cuatro discos y un nuevo éxito de ventas, Where No One Stands Alone recupera y recicla viejas canciones de corte religioso con un nuevo acompañamiento que, a diferencia de lo que hizo con la Filarmónica británica, dicen, respetan bastante los arreglos originales. El disco incluye un dueto póstumo con su hija Lisa Marie y algunos clásicos menores de su carrera. Los originales estaban buenos pero no viene mal un lavado de cara.