Cuando Julieta Venegas editó su primer disco solista no era una novata. Había acumulado algunos años de experiencia como integrante de bandas y tenía ya 27 años. Sin embargo, en Aquí (BMG, 1997) abunda una energía adolescente cargada de rebeldía y de conflictos, de una oscuridad cercana a su último trabajo publicado, Los momentos (Sony Music, 2013).

La mexicana no visita hace algún tiempo Uruguay y oficialmente no hizo una presentación de este último disco, pero tampoco la hará hoy y mañana. Sus actuaciones en el Auditorio del Sodre serán una suerte de revisión de sus discos, y servirán para demostrar la transformación musical que sufrió a lo largo de casi 20 años.

Aquel Aquí fue justificadamente encasillado como rock, pero ya en Bueninvento (2000) el pop ganó protagonismo, y también la luminosidad. Su voz se acomodó en ese lugar agudo que la caracteriza y sus canciones ofrecieron una palestra de colores cálida. El arte de portada acompañó este cambio, lento pero significativo.

Ver hoy la tapa de Sí (2003) hace recordar el clip de "Hot NCold" de Katy Perry. Venegas, vestida de novia, terminó de instalarse en ese género noble y tantas veces vapuleado, tomando distancia del folclore mexicano pero manteniendo a través del acordeón un cable a tierra. El sonido de ese instrumento llamó la atención por el Río de la Plata, y en las radios "Lento", "Andar conmigo" y "Algo está cambiando" se abrieron paso sin pedir permiso. Limón y sal (2006) llegó con desfachatez y una cuota bien trabajada de folk. Venegas, que había venido cantándole al amor, sorprendió con un repertorio distante y despechado, que marcaba una contradicción interesante entre música y letras. Los rankings en América del Sur volvieron a darle lugares de privilegio y su exploración llegó al buscado tesoro. La cantautora alcanzó con ese disco su máximo momento de popularidad. Tras una década de idas y vueltas, su estilo terminó de definirse entre el rock y el pop, a veces optimista y a veces no, con un giro constante entre publicación y publicación.

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Con sus últimos dos trabajos, quitó el pie del acelerador. Eso arrojó como resultado Otra cosa (2010), con momentos acústicos y otros de mucha batería, todo en justo equilibrio. Los momentos, su más reciente álbum, es aún más introspectivo e intenso, y es el más logrado en lo que a letras respecta.

En el Sodre, Venegas revivirá todos los estados que sus discos reflejan, y adelantará parte de Algo sucede, que será su séptimo trabajo de estudio y se editará en agosto. "Ese camino", el corte de difusión, saca al acordeón de su descanso y recupera la alegría, indicando que la línea de la carrera de Venegas volverá a tener variantes.

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