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Recital de calidad e interés infrecuente

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El Centro Cultural de Música presentó como penúltimo concierto del año al dúo conformado por la violinista rusa Viktoria Mullova y la pianista francesa Katia Labèque.

Como bien lo expresara esta última en una entrevista el programa que ellas presentan busca mezclar piezas clásicas del repertorio como Mozart, Schumann y Ravel con compositores que son clásicos de nuestro tiempo como Takemitsu y Pärt.

Se inicio esta velada con la última "Sonata para violín y piano" que compusiera Mozart en Viena en 1787. En esta obra maestra se puede apreciar la síntesis perfecta de la polifonía de Johann Sebastián Bach con el nuevo estilo concertante del autor. El carácter virtuosístico del primer y tercer movimiento contrastan con el subjetivo "Andante" donde la expresividad llega a su punto más alto. Ambas artistas demostraron un buen entendimiento del estilo mozartiano dando una versión de una calidad interpretativa excepcional. A continuación escuchamos la "Primera Sonata para violín y piano"op.105 de Schumann. Si bien la ejecución de esta sonata fue correctísima le faltó la pasión que caracteriza a toda la obra de este compositor romántico. El estilo schumanniano aparenta ser muy fácil de trasmitir pero en realidad expone siempre a sus intérpretes a una dura prueba debido a su insistente vigor expresivo. En la segunda parte de este recital escuchamos dos primeras audiciones: "Distance de Fée" del compositor japonés Toru Takemitsu (1930-1996) y "Fratres" del compositor estonio Arvo Pärt ( 1935). En la primera se pudo apreciar claramente la influencia de Debussy mientras que en la segunda es muy singular ya que el autor despliega su propio estilo llamado tintinabular donde confluyen aspectos de la polifonía europea de fines del primer milenio con las sonoridades que emiten las campanas. En ellas las intérpretes mostraron una gran compenetración con las obras de estos autores, destacándose la sensibilidad y musicalidad que imprimieron en sus versiones. Para cerrar este concierto escuchamos la "Segunda Sonata para violín y piano" de Ravel que tiene la particularidad que en su segundo movimiento la presencia del jazz es más que notoria. El compositor no pretendió jamás imitar este género de música norteamericana sino sugerirlo a través de sensaciones y tiempos. La belleza de sonido que ambas extrajeron de sus instrumentos, la riqueza de matices, el impulso expresivo y el dominio técnico que dieron a esta hermosa obra fue el esperado broche de oro de este recital de calidad e interés infrecuente.

Concierto para violín y piano.

Concierto organizado por el Centro Cultural de Música. Recital de la violinista rusa Viktoria Mullova acompañada al piano por la pianista francesa Katia Labèque Mozart. Programa: Sonata para violín y piano Köchel 526 de W.A. Mozart, Sonata nº 1 para violín y piano op.105 de R. Schumann, Distance de Fée de Toru Takemitsu, Fratres de Arvo Pärt y Sonata nº 2 para violín y piano de M. Ravel. Función: Teatro Solís, 4 de octubre.

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