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El rap, el candombe y un encuentro llamativo

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"El mío es un disco de candombe rapeado, no de rap candombeado". Foto: F. Ponzetto
Nota a Eduardo Yaguno, musico y compositor uruguayo, en el diario, ND 20170601, foto Fernando Ponzetto - Archivo El Pais
Fernando Ponzetto/Archivo El Pais

Eduardo Yaguno presenta su disco hoy en la Sala Balzo.

"Yo no sabía tocar ningún instrumento, pero tenía una guitarra con dos cuerdas y con eso ya empezaba a componer. Ahí era chiquito, tenía siete años: ya para los 12 tenía una guitarra mejor, sabía algunos acordes y los iba cambiando de lugar", dice hoy, en la previa al lanzamiento de un nuevo disco, Eduardo Yaguno.

Lleva editados varios materiales de música para niños, un público con el que empezó a trabajar casi de casualidad hace unos 20 años, pero esta noche se presenta en la Sala Hugo Balzo del Auditorio del Sodre con su faceta para todas las audiencias, en una búsqueda experimental que mezcla rap con candombe. Es a las 21.30 con una banda grande (son 13 en el escenario), y las entradas están agotadas.

En esa banda aparecen los Ibarburu o los Núñez, nombres fuertes de la música uruguaya con los que viene tocando desde hace mucho tiempo, sea acompañando a otros artistas o en los entornos del carnaval. "Somos todos amigos y les gusta lo que yo hago, siempre estuvieron afín", comenta.

Si no puede ver el video, haga click aquí.

Lo que mostrará esta noche es el repertorio de Tango, rap, cuero —aunque originalmente era "tangó", yendo a una raíz africana pura— un nuevo disco que empezó a grabar en Barcelona y terminó en Uruguay, y que recoge varias músicas que han sido parte de su vida en un repertorio singular.

"Es un disco de candombe rapeado, no de rap candombeado", aclara Yaguno, y dice que la diferencia se nota ya en la percepción primera de la música. "El fraseo del rap juega con el chico, el repique y el piano, se pega con esa métrica; y las líricas hablan de candombe", explica sobre ese lugar en el que él se ha movido naturalmente, aunque siempre abordándolo con mucho respeto. De hecho, el músico viene más bien del rap, un género que lo influyó desde temprano y que pudo desarrollar trabajando con la banda de hip hp Contra las Cuerdas. Y viene de desarrollar un trabajo intenso como compositor, al que necesitó dedicarle bastante tiempo hasta estar seguro de que quería grabar para dejar un registro inmortal de su obra.

"Yo no sabía si quería grabar, pero tenía claro que el día que grabara quería decir: eso está bien hecho. Porque a veces grabás por el afán de grabar, y después te querés matar. Y con el Tango, rap, cuero, yo logré lo que quería", afirma.

"Ahora hay una inmediatez, pero yo vengo de otro mundo. En mi casa me siento a escuchar discos en vez de mirar televisión, y el disco en su totalidad te genera un estado de ánimo. Es como leer un libro, y yo si agarro un libro de Edgar Allan Poe no me leo un cuento solo: me engancho y leo todo. Bueno, ahora tengo el libro que quiero".

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"El mío es un disco de candombe rapeado, no de rap candombeado". Foto: F. Ponzetto

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