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Los quintetos fueron lo medular

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Se inició la velada con la Elegía nº 4 opus 37 para quinteto de cuerdas de León Ribeiro. Si bien la interpretación de la obra por parte del conjunto de cámara fue satisfactoria, nos sorprendió el carácter poco elegíaco que presenta esta pieza.

Además, las partes asignadas al contrabajo fueron insignificantes. En definitiva, una obra que no está a la altura de las partituras que hemos escuchado de nuestro primer sinfonista y primer compositor en abordar el cuarteto de cuerdas.

Luego se escuchó la Sonata Sentimental para cuarteto de cuerdas del compositor menorquín Antonio Camps. A diferencia del quinteto de Ribeiro, esta sonata escrita en 1883 mostró el excelente dominio del autor por esta forma musical. No podemos dejar de recordar que Camps, como antecedente, había escrito una interesante sonata para piano titulada La caprichosa.

La versión del conjunto de cámara fue impecable, sus tres movimientos fueron vertidos con gran maestría. Es una pena que estos fueron omitidos en el programa de sala, lo que hizo que el público aplaudiera cada movimiento.

Después se interpretó un cuarteto de cuerdas titulado Le Chant du Depart, erróneamente atribuido al compositor Aquiles Gubitosi. En primer lugar, esa obra pertenece al compositor francés Étienne Méhul y lo que hizo Gubitosi es una adaptación para cuarteto de cuerdas.

Nuevamente en el programa se deslizó otro error al afirmar que Aquiles Gubitosi, fundador de la Banda Municipal, era italiano, cuando en realidad era hijo de padre italiano pero él había nacido en la ciudad de Paysandú.

Luego se escuchó de la compositora María Esther Roosen Regalía el Preludio para quinteto de cuerdas y piano. Esta breve página es de una simplicidad armónica franciscana, hubiera sido preferible haber elegido otra obra de mayor envergadura para esta audición. Para el público que no conocía a esta autora y se guía por las referencias del programa, quedan sin saber en qué año nació y cuándo falleció, solo se menciona de ella "una tendencia hacia el feminismo temprano" por haber compuesto el Himno a las Enfermeras. Este tipo de himnos era cosa común que todos los compositores, independientemente del género, escribían por encargo y no por la tendencia que se le atribuyó, cuando sabemos por sus familiares que la autora era en todo contraria al feminismo dados sus estrictos principios religiosos. Las interpretaciones de estas dos últimas piezas fueron correctas.

Indudablemente lo más trascendente del concierto fueron los quintetos de César Cortinas y Alfonso Broqua. En ellos se pudo apreciar la calidez y trasparencia del sonido del violín de Cannavó, que fue seguido en forma entusiasta por el resto de sus compañeros.

Merece un destaque especial la actuación del pianista Julián Bello, en la hermosa pero sumamente compleja obra de Broqua que desde tiempos inmemoriales no se ejecutaba completa debido a sus dificultades técnicas.

Conjunto Música de Cámara del Sodre.

Concierto Apertura de la temporada 2015 del Conjunto de Música de Cámara del Sodre. Integrantes: Juan Cannavó (primer violín), Diego Naser (segundo violín), Stella Maris González (viola), Gerardo Moreira (violoncello), Germán Álvarez (contrabajo), Julián Bello (piano). Programa: Obras de León Ribeiro, Antonio Camps, Aquiles Gubitosi, María Esther Roosen, César Cortinas y Alfonso Broqua. Lugar: Auditorio Nelly Goitiño, 19 de marzo.

Crítica - Música 

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