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"No queremos encontrar fórmulas"

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CAFÉ TACVBA

Los mexicanos lanzaron su disco Jei Beibi, y de eso charló Quique Rangel con El País.

Los Café Tacvba se habían puesto, el año pasado, a trabajar en un nuevo ciclo creativo y una vez más, decidieron hacerlo de la mano del productor argentino Gustavo Santaolalla, quien con el tiempo se fue convirtiendo en parte clave del proyecto. Le dicen así, "ciclo creativo", porque nunca saben muy bien qué puede deparar lo que surja en el estudio. De hecho, lo primero que se conoció de esa nueva fase fue el electropop "Un par de lugares", una linda canción que al final no fue parte del resultado final: un nuevo disco de estudio, Jei Beibi, que fue lanzado el viernes pasado.

Jei Beibi está entre lo mejor que ha grabado la banda mexicana y remite, lo saben, a aquellos primeros tiempos de "La chica banda" o "El baile y el salón". Son 13 canciones que van desde el pop brillante de "1-2-3" a la intención cumbiera de "Futuro" o la balada más estremecedora ("Que no", gran canción). En el medio, Ruben Albarrán, Emmanuel "Meme" del Real, y Joselo y Quique Rangel también transitan caminos experimentales, coquetean con el bolero y con la pose más rockera que tan bien les queda, para abarcar una palestra de personalidades que es fiel a Café Tacvba: una de las bandas más grandes de América Latina, de las más inclasificables y de las más inquietas.

Jei Beibi llevó a los mexicanos a Buenos Aires hace algunos días (el 27 de abril tocaron en el Konex para más de 2.000 personas) , y desde allí el bajista y contrabajista —y como el resto de sus compañeros, compositor— Quique Rangel (en la foto, el de saco azul) conversó con El País, sobre este nuevo trabajo y esta aventura de ser una banda independiente, sin compromisos con una compañía discográfica. "Esperemos que a finales de este año podamos concretar otra visita por allá", dice antes de despedirse.

—¿Se vivió de una manera especial la salida de Jei Beibi?

—Es curioso porque no hemos tenido tiempo de estar nerviosos, y hay una parte importante que es el hecho de que en este disco no hay una compañía disquera detrás de nosotros, lo que hace que estemos más involucrados en las decisiones extramusicales. Sí hay una expectativa de cómo será recibido, pero la expectativa mayor era cuando lo terminamos, hace unas semanas, y pudimos por fin escucharlo como una obra completa.

Si no puede ver el video, haga click aquí.

—¿Cuál fue la sensación en ese momento?

—A mí me tomó por sorpresa, una vez más. Es una sensación que se repite y me da muy buena espina, la sensación de haber llegado a lugares que no habíamos llegado en materiales anteriores, tanto en las sonoridades pero mucho en la composición. Aprecio mucho el momento en que estamos como artesanos de nuestras composiciones, y cómo por alguna razón seguimos caminos complementarios entre los cuatro. Creo que hacemos una entidad que abre mucho el rango de experimentación, y me siento muy satisfecho.

—En Jei Beibi aparecen una cantidad de ritmos que sugieren diferentes emociones, pero las letras van hacia un plano más existencial, introspectivo. ¿Lo decidieron así?

—No fue algo que buscamos, aunque sabemos que ese tipo de contradicciones y contraposiciones forman parte del universo Café Tacvba. La parte existencial e introspectiva, creo que tiene más que ver con el momento que estamos viviendo. A nuestra edad, las experiencias de la vida hacen que nuestras inquietudes estén cercanas a eso. Las pérdidas, las ausencias, las nuevas responsabilidades. Si bien no creo que sea un momento particularmente oscuro, sí la introspección forma parte de esa búsqueda. Pero al mismo tiempo veo una parte lúdica, juguetona y optimista que, tenía la sospecha y algunas personas que escucharon estas canciones lo dijeron, remite al primer Café Tacvba.

—En contraposición a esa posible sensación de oscuridad, hay un pulso vital latente y una mirada, aunque muy particular, al futuro.

—(Se ríe) Define particular.

—Muy Café Tacvba.

—Sí, creo que nuestra mirada al futuro no es una mirada que se atreve a hacer teorías o utopías. Más bien son cuestionamientos los que lanzamos al aire. En general hay más preguntas que respuestas en nuestras canciones.

—En cuanto a la variedad de estilos, ritmos, ¿las canciones nacen así o las fuerzan para ver cuáles son sus límites?

—Recorremos los dos caminos. En "Futuro", yo había traído la letra cantada por mí, con este ritmo de cumbia manifiesto y con el organito que a algunos remite a una cumbia andina. Lo muestro al grupo y entre los cuatro empezamos a desarrollar este arreglo, donde creo que se empieza a forzar esa búsqueda, esta elástica posibilidad que tenemos de: no importa si esta es la premisa, podemos llegar a otro lugar. Y es ahí donde aparecen la programación electrónica de Emmanuel, o la guitarra más rockera de Joselo que es ambiental y al mismo tiempo sónica, lo que hace que se llegue a un resultado final al que no pensábamos llegar.

Si no puede ver el video, haga click aquí.

—Cuando están explorando esas posibilidades, ¿piensan en cómo van a dialogar luego con el repertorio de ustedes, que es muy contundente?

—De lo que somos conscientes es de si estamos o no repitiendo una fórmula. Entonces si una propuesta tiende a ser una repetición de un camino ya caminado, definitivamente lo descartamos. No queremos encontrar fórmulas, queremos sorprendernos a nosotros.

—Si en este disco vuelven a sonar como el primer Café Tacvba, entonces, es algo bastante inconsciente.

—Definitivamente, no hay una búsqueda consciente de eso. Y creo incluso que si lo buscáramos, no lo lograríamos (se ríe). Han pasado muchos años.

—Trabajaron con mucho detalle la campaña previa a la salida de Jei Beibi, lanzando varios cortes con sus videoclips. ¿Eso cambió mucho la dinámica de la banda?

—Sí. Creo que esto no lo habríamos logrado si hubiéramos estado todavía en una dinámica como la de las compañías disqueras. Los tiempos de las compañías, unificar el lanzamiento por el territorio, justificar el presupuesto para una u otra herramienta de marketing y todo eso, han vuelto un poco obsoletas estas entidades. A esto ni siquiera me gusta llamarlo campaña. En estos ejercicios de dar a conocer algunas canciones que forman parte del nuevo disco, las decisiones y los procesos se han simplificado, sin necesidad de mayor autorización que la nuestra y la de las personas que colaboran con nosotros. Y así quedamos más acordes a la forma en que se está difundiendo la música en este momento, no para ganarle tiempo al tiempo sino para quitar obstáculos a nuestra música y a las cosas que van alrededor de ella. De esa manera, nuestro mensaje llega de una manera menos contaminada.

Tres discos de la banda.

Re | 1994, Warner

Aclamado por la crítica, este segundo disco de estudio de 20 canciones -un montón- consagró a la banda. Con canciones como “La ingrata” o “El baile del salón”, fue clave elegido por la revista Rolling Stone como el mejor álbum de rock latino de todos los tiempos, en 2012.

Cuatro caminos | 2003, Universal

Con Revés/Soy yo, Café Tacvba terminó su contrato con Warner y después de lanzar un disco recopilatorio y un EP homenaje a Los Tres (Valle Callampa, que incluía “Déjate caer”), se alió con Universal. Cuatro caminos tiene uno de sus más grandes hits: “Eres”, cantada por Meme Del Real.

Jei Beibi | 2017, Independiente

El flamante álbum es el sucesor de El objeto antes llamado disco (de 2012) y el primero que editan de manera independiente. Antes de su estreno, que fue el último viernes, lanzaron tres cortes, cada uno con su correspondiente videoclip: “Futuro”, “Disolviéndonos” y “Que no”.

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