La propia discoteca
Un canon personal de la música popular.Hoy: Luna, de Víctor Manuel
Con más apetito pop que alguno de sus cogeneracionales, Víctor Manuel hizo una carrera que pasó de estrella juvenil a cantautor censurado por el franquismo. Luna, su primer disco, inició una nueva etapa de su carrera que incluyó su lanzamiento internacional y la consagración de uno de los grandes nombres de la historia de la música popular española. Eso lo consiguió a partir de discos compartidos con su esposa Ana Belén (con temas como u201cLa puerta del Alcaláu201d), o con colegas igual de prestigiosos (Serrat, Miguel Ríos, Milanés).
Luna es, además, su mejor disco. Con Danilo Vaona, gran productor del pop español y ochentero, no tenía cómo errarle, porque la magia se produce siempre cuando hay canciones como cada una de estas: u201cPido la paz y la palabrau201d, u201cQuién puso másu201d, u201cSiento ganas de viviru201d, u201cTodas son como túu201d, u201cMi gato nunca estudióu201d y una media docena más; no son necesariamente sus más conocidas. Entre ritmos que van del rock, el pop, la balada y el reggae, Víctor Manuel despliega sus habituales canciones/relatos que incluyen temas difíciles para la época como un amor homosexual o unas advertencias sobre lo que el poder quiere hacer con la gente. La veta política propia del español se limita a esos comentarios.
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Escuchado en un cassette industria nacional que sonaba como sonaban esa clase de artefactos, ya era un disco maravilloso. Tenerlo tan cerca de vuelta, está buenísimo.