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Pedro Dalton y Luciano Supervielle: dos universos musicales que se vuelven a juntar

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Pedro Dalton y Luciano Supervielle. Foto: Leonardo Mainé.

MÚSICA

En noviembre, Pedro Dalton y Luciano Supervielle abrieron el show de Patti Smith en el Teatro de Verano. El viernes 28 y el sábado 29 vuelven a juntarse para dos shows en La Trastienda.

Desde el pasillo que da al apartamento de Luciano Supervielle se puede escuchar una serie de notas que salen de uno de sus teclados. El sonido crece a medida que uno se acerca a la puerta. Tras golpear dos veces, la música se detiene. Del otro lado están esperando Supervielle y Pedro Dalton, quienes están preparando los dos shows que van a ofrecer el viernes 28 y el sábado 29 en La Trastienda.

El living del apartamento donde ensaya, tiene todo eso que uno podría esperar de Supervielle: un piano eléctrico Wurlitzer, un sampler, un vinilo de Beethoven, una laptop Apple, micrófonos y, claro, ese teclado —con un modelo del que no alcancé a leer el nombre— con el que siempre se presenta en vivo. Y él está sentado en el medio, como en cada uno de sus shows.

Mientras tanto, Pedro Dalton —el histórico frontman de Buenos Muchachos— se calienta un café en el microondas de ese living/cocina y se apoya contra la mesada, de brazos cruzados, para empezar a hablar sobre los recitales de La Trastienda.

Pero, antes de lo que vendrá, hablamos del principio. El debut del dúo tiene fecha: 20 de noviembre de 2019. Esa noche de primavera, subieron al Teatro de Verano para abrir la inolvidable presentación de Patti Smith en el escenario ubicado frente a la rambla. “Fue alucinante”, es lo primero que dice Dalton. “Salió todo como queríamos, pero Luciano tuvo que salir corriendo por problemas familiares, así que casi no lo pudimos disfrutar”.

“Más que el show, lo que más me queda es la preparación. Tuvo un efecto de terapia trabajar con Pedro”, agrega Supervielle. El espectáculo del Teatro de Verano, presentaba un constante diálogo entre ruidos, climas, poesía, furia, melancolía, calma y caos. “Es todo lo que tiene el planeta”, dice Dalton.

Pero esa música, compuesta para la ocasión, también representa el momento en que ambos vivían. “En toda la última etapa de enfermedad de mi mujer, Pedro me sacaba de esa burbuja y fue una contención grande”, dice el pianista. “La música que salió en ese momento refleja pila eso”.

“Estábamos cerrando cosas, de alguna manera”, agrega Dalton. “Yo estaba cerrando una historia, estaba viviendo solo y ponía contento saber que venía a ensayar”. El primer fruto de esos momentos está en Moonkey”, que atraviesa un lugar melancólico y repleto de imágenes. “Era el cierre de una cuestión de pareja que llegó con esa canción”.

Después de esa primera experiencia en vivo, el dúo empezó a preparar un disco con las composiciones, que planean editar en vinilo. Ahora llegarán los dos shows en La Trastienda.

Además de una especie de terapia musical, ambos coinciden en que el encuentro les permite experimentar otros matices. “Pedro tiene esa cosa salvaje que en mi música no aparece tanto”, dice Supervielle. “Con Luciano encontré lo repetitivo, algo como el Bolero, de Ravel, que va creciendo. También el mundo del sample. Es algo muy lúdico”, agrega Dalton.

“Hicimos una búsqueda en conjunto que nos hizo salir un poco de nuestro territorio y a su vez encontrar un lenguaje en común. Y se nota en el resultado: hay una cosa distinta, pero tiene mucho de mí y de Pedro”, define Supervielle.

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