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Un pasaje al paraíso

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Tiene una carrera de 55 años, pero en su último disco mantiene la vigencia de sus estilo.
Musician Ringo Starr poses for a portrait in West Hollywood, California March 30, 2015. Despite a struggling music industry and a less-than-favorable relationship with online streaming music platforms, former Beatle Ringo Starr is still insistent on making new songs. Starr, 74, released "Postcards From Paradise" this week, his 18th solo studio album featuring 11 original songs by the veteran musician in collaboration with friends such as Peter Frampton and Joe Walsh. Picture taken March 30. REUTERS/Mario Anzuoni
MARIO ANZUONI/REUTERS

Postcards from Parasise (**) de Ringo Starr. Músicos: Steve Lukather, Todd Rundgren, Amy Keys, Van Dyke Pars, Gregg Rolie, Joe Walsh, Benmont Tench, Warren Ham, Richard Page, Gregg Bissonette, Richard Marx, Peter Frampton, Dave Stewart, Nathan East, Glen Ballard. Universal Music, 2015

No es necesario mencionar acá las prolífica carreras solistas que lograron construir cada uno de los Beatles tras su separación, pero es bueno resaltar que Ringo Starr, el más vapuleado de los cuatro de Liverpool, aún siga sacando discos.

A sus 74 años, cuando finalmente logró entrar en el Salón de la Fama del Rock and Roll —siendo el último de sus legendarios compañeros en recibir este honor— acaba de editar Postcards from paradise (Universal Music, 2015), un disco fiel a su esencia pop, a su desfachatez y a la vieja usanza, aquella que apostaba al disco como objeto en tiempos de streaming, una plataforma de la que Ringo reniega.

Apropiándose del proyecto, Ringo asumió las responsabilidades correspondientes e hizo a un lado el protagonismo de la All-Starr Band, y tomó la decisión no sólo de cantar y tocar la batería y percusión, sino de hacerse cargo de los teclados y la guitarra —con la ayudita de sus virtuosos amigos Steve Lukather, Todd Rundgren y Gregg Rolie, y de músicos invitados como Joe Walsh y Peter Frampton—, concretando un sonido armónico y pacífico que poco se esfuerza por diferenciarse de la música que lo hizo famoso en la década de 1960.

Ringo mira al horizonte y en sus lentes se reflejan un cielo bien azul y palmeras costeras; la fotografía, enmarcada en una estampilla, sirve para presentar esas "postales del paraíso" en las que, según confesó, eligió autobiografiarse. La paz está desde la portada del álbum y se percibe en cada canción, con el sonido pop que tanto disfruta y que le sigue dando resultados. Eso sí: la efectividad está asegurada, pero las sorpresas quedan al margen.

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A pesar de eso, Postcards from paradise no suena a viejo: suena clásico desde el inicio, con los estribillos pegadizos y ochentosos de "Rory and the hurricanes" y "You bring the party down", encontrando "Postcards from Paradise", la canción, una instancia para extrañar y abrazar el recuerdo de los Beatles en una composición con perfecto sentido que hila decenas de canciones de la mítica banda, como lo son "Here, there and everywhere", "I saw you standing there", "Honey pie", "Eight days a week", "Yesterday" y "Nowhere man", entre otras. "Uno echa de menos a sus hermanos", admitió en la gira promocional Ringo en referencia a Lennon, Harrison y McCartney, y lo demuestra cantando a viva voz.

A pesar de esa instancia entrañable, el disco suena joven, porque Ringo demuestra estar tan aceitado como para poder deleitar con un solo de guitarra rockero en "Right side of the road" y mezclar un sonido muy beatle en "Not looking back", encontrando siempre frescura y liviandad, transmitiendo entretenimiento sin que eso sea pecado, como en el caso de "Bamboula", track que abre el segmento final bailable de su decimoctavo disco como solista, que se completa con el reggae "Island in the sun", "Touch and go", "Confirmation" y "Let the love lead", dos de las mejores composiciones de este trabajo.

Lineal pero eficaz, Ringo Starr deja a la música fluir en Postcards from paradise para reafirmar la fórmula que aplica hace más de 40 años, sustentando la vigencia de su carrera con el respaldo innegable de su banda y dejando la puerta abierta a más trabajos.

Mostrándose tal cual es, deja en claro que no hay necesidad de renovarse si todo funciona bien.

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Tiene una carrera de 55 años, pero en su último disco mantiene la vigencia de sus estilo.

Crítica - Música

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