Publicidad

Los Olimareños, un dúo que vuelve para seguir un camino de décadas

Compartir esta noticia
Los Olimareños. Foto: Archivo El País

Toca en marzo

Pepe Guerra y Braulio López darán una serie de conciertos en 2019: los detalles

Los Olimareños. Foto: Archivo El País
Los Olimareños. Foto: Archivo El País

A 55 años de su primer disco, se confirmó el regreso de Los Olimareños a los escenarios. El dúo formado por Braulio López y José Luis “Pepe” Guerra ofrecerá cuatro recitales en la sala Eduardo Fabini del Auditorio del Sodre, Dra. Adela Reta, del 2 al 6 de marzo.

En su edición de ayer, el semanario Búsqueda informó que el concierto estaba planeado para el 15 de marzo en el Antel Arena, pero por “desacuerdos entre la productora y la administración” del nuevo lugar, según explicó a El País el director de la productora AM, Atín Martínez, se decidió el cambio en el correr de la pasada jornada. Las entradas estarían a la venta en los próximos días.

Los Olimareños es uno de los dúos más importantes de la música uruguaya, y fue el que marcó el camino a seguir en el folclore local. Desde principios de la década de 1960, los músicos oriundos de Treinta y Tres lideraron una corriente musical, junto a Daniel Viglietti y Alfredo Zitarrosa, que buscaba que el folclore uruguayo se despegara de la estética musical de Argentina. En su primer disco, Los Olimareños, interpretaban varias composiciones de Víctor Lima y Rubén Lena —dos letristas fundamentales en la carrera del dúo—, y desde ese primer trabajo en larga duración (ya habían editado un EP de cuatro canciones en 1962) se notaba la calidad de sus armonías vocales, basadas en el contrapunto de los payadores, aunque su abordaje musical estaba inspirado en la música argentina.

Pero a partir del disco Nuestra razón (1969) se comenzaron a acercar a ritmos autóctonos. “Candombe Mulato” fue una de las primeras en tener ese ritmo en guitarra. Luego, en Cielo del 69 (1970), se sumergieron en la “canción carnavalera” con “Al Paco Bilbao” y “A mi gente”, búsqueda sonora que se profundizaría en el disco conceptual Todos detrás de Momo (1971), con 23 composiciones de Lena donde se mezclan la murga y las críticas sociales y políticas que definían su música.

Este tipo de lírica fue la que produjo que en 1974 se prohibiera la difusión de su producción artística, lo que terminó en el exilio de los músicos, que siguieron grabando y editando discos. En 1984, el dúo volvió a Uruguay para presentarse en un épico recital bajo lluvia, que marcaba el final de la censura y el inminente cierre de la etapa dictatorial.

Después de su separación en 1990, Los Olimareños se han reunido en distintas ocasiones: en 2009, con dos recitales en el Estadio Centenario y algunos más en Argentina; en 2010, para la asunción de José Mujica en la presidencia; y en 2012, para el centenario de Atlántida, un acontecimiento que quedó envuelto en una polémica por el caché cobrado. Ahora, en marzo, el dúo volverá a los escenarios acompañados por una banda formada por Alejandro Turubich (percusión), Jorge Martinez (batería), Nicolás Guerra (bajo) y Victor Amaral (acordeón).

Sus voces

Rumbo al regreso

“Tengo mucha alegría de volver con el dúo y de que la gente nos escuche. Siempre nos estuvieron preguntando cuándo volvíamos, y que nos recuerden así es un premio”, dijo Braulio López a El País. “Lo que hicimos con Los Olimareños ha calado muy hondo en la gente, lo guarda en su corazón, y las canciones se han transmitido de generaciones en generaciones”.

Según comentó López, el dúo está ensayando desde hace meses para poder preparar su regreso a los escenarios de la mejor manera. “Pasaron muchos años, pero por suerte la naturaleza fue buena y generosa con nosotros, porque podemos cantar las canciones de hace tanto tiempo con el mismo acorde”, dijo. En este punto coincidió José Luis “Pepe” Guerra: “Las voces están prácticamente intactas y mantenemos los arreglos originales de las canciones”, comentó a El País.

Guerra dijo que “varios son los motivos” para este reencuentro, y admitió que además de celebrar el 50° aniversario de canciones emblemáticas como “A Don José”, “Cielo del 69” y “Orejano”, también influye el componente económico. “Es muy común en Uruguay que los cantores tengan problemas económicos. No tenemos jubilación; si bien ahora salió una ley para jubilarse, si lo hacés a esta edad no te da ni para ir a Treinta y Tres a pasar las fiestas”, explicó.

Por su parte, López aseguró que las fechas en el Sodre también representan una “responsabilidad” con el público que los sigue desde hace años. “Es algo muy agradable volver, pero también tiene su responsabilidad porque la gente recuerda las canciones, y hay que responderle de la mejor manera”.

Al ser consultados sobre si este reencuentro le dará paso a nuevas canciones, López y Guerra coincidieron en decir que todavía no tienen nada preparado, pero que la posibilidad está abierta. “Como dice el dicho: ‘caminante no hay camino, se hace camino al andar’”, respondió López.

En cuanto a la relación entre ambos músicos, de la que varias veces se comentó que era conflictiva, Braulio respondió: “Siempre estuvo bien, pero hay mucho desgaste de trabajo de mucho tiempo y eso se ve en los grupos que han durado mucho. Nunca hubo cosas de tratar de embromar al otro; simplemente hubo que tomar un descanso. Que podamos retomar de vuelta significa que no quedó nada para arreglar”. Al igual que López, Guerra planteó que “la gente comenta cosas, pero estamos bien. Cada tanto veo a Braulio en la calle porque nos encontramos y nos saludamos. Es como siempre, pero 10 años más viejos”.

“Hay una relación un poco mística con la gente y a mí me llena de orgullo, de alegría y de agradecimiento hacia el público”, aseguró López, a meses de un nuevo regreso. Esta serie de recitales les brindará, en un punto, la oportunidad de devolverle ese cariño a la gente que los acompañó durante más de 50 años.

¿Encontraste un error?

Reportar

Te puede interesar

Publicidad

Publicidad