Ofrecer el folclore como si fuera una explosión de sabor

28/04/2018, 17:48

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Lanzamientos discográficos

Natalia Lafourcade brilla con Musas vol. 2

belén Fourment

Hace un par de días agotó dos funciones en el Gran Rex argentino, semanas atrás cantó en la gala de los premios Oscar la canción de Coco, junto a Gael García Bernal, Miguel y un guitarrista uruguayo; y lleva un par de años tocando sin parar, tanto que ahora anunció que se tomará u201cunos añitosu201d de descanso, lejos de los escenarios. Sin embargo, el de Natalia Lafourcade todavía es un nombre desconocido para el gran público uruguayo. La tendrán escuchada melómanos y curiosos, pero uno no se topa con sus canciones en la radio, no la encuentra entre los temas virales de Spotify, ni la escucha porque es cortina de alguna telenovela. Su popularidad, acá, está a gran distancia de la que tiene su coterránea Julieta Venegas.

Y es un problema que hay que arreglar pronto, porque Natalia Lafourcade es hoy una de las mujeres más interesantes, si no la más, de la música latinoamericana contemporánea.

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Su propuesta se rige por una inquietud que la llevó del pop irónico de u201cEn el 2000u201d (¿se acuerdan de ese hit de MTV?) al pop maduro y contundente de su premiado disco Hasta la raíz, a una revisión folclórica que tiene una calidad sorprendente.

Este año, Lafourcade editó el segundo volumen de Musas, su personalísimo homenaje al folclore latinoamericano que, en realidad, no es suyo: la portada del disco dice que el tributo es de Los Macorinos, veterana dupla de guitarristas que acompañó a Chavela Vargas en sus últimos años, conformada por Juan Carlos Allende y Miguel Peña. Y esa muestra de generosidad que la mexicana ofrece en el título, la ofrece también en Musas, el anterior y el nuevo. Su objetivo es valorizar la canción folclórica, y para eso se vale de canciones suyas, pero sobre todo de otros compositores y algunas tradicionales, que están en el centro de la atención.

"Danza de gardenias", de Musas Vol. 2 de Natalia Lafourcade

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Lafourcade y Los Macorinos son el núcleo duro de un disco que suma a algún otro músico si la ocasión lo pide, y que se siente, aunque sea físicamente imposible, como una explosión de sabor. Escuchar este disco es como comer la más variada y deliciosa comida mexicana, con ingredientes que no se consiguen acá y con combinaciones que son sorpresivas.

Desde un arranque arrebatador a puro baile con u201cDanza de gardeniasu201d (bellísima canción de Lafourcade), a la excepcional versión de u201cDuerme negritou201d con un acento de rock and roll en el canto, a la emoción más profunda que transmite el contrapunto de guitarras en u201cHumanidadu201d, hay tanta abundancia de recursos y sonoridades en Musas vol. 2 que no se puede hacer más que disfrutarlo, y esperar a que Lafourcade sea lo suficientemente reconocida por acá.

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