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"La música popular es más un arte de la juventud"

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"Siempre he sabido que el problema de Brasil es la miseria, la desigualdad".

Es uno de los más grandes de la historia de la música popular brasileña. Y un destacado escritor. Dos facetas que alterna por gusto y necesidad a partes iguales desde hace muchos años. 

Acaba de editar su nueva novela, El hermano alemán, en la que relata su conmoción al enterarse, ya adulto y de sopetón, que su padre, el famoso historiador Sérgio Buarque de Hollanda, tuvo un hijo en Alemania en 1930 cuando era corresponsal en Berlín. Pero en esta entrevista habla de su música y la de su país, y del Brasil de hoy.

—Se dice que cada vez escribe más y compone menos.

—Compongo menos que a los veinte. Es normal. La música popular es más un arte de juventud, con el tiempo uno va perdiendo, no sé, no el interés, pero ella ya no fluye con la abundancia de aquellos años primeros. Tengo que esforzarme más, buscar más, es más dificultoso. Al principio tienes un millón de ideas, todo lo que te rodea sirve para hacer una canción. Después todo se va volviendo más insípido, menos inspirador.

—¿Todavía sostiene que lo mejor de un concierto es cuando se acaba?

—(Se ríe) No me gusta mucho dar conciertos, no, pero los tengo que hacer. Cuando lanzo un nuevo disco, sí que me dan ganas de ir por ahí y cantarlo en público. Además, eso hace que después pueda pasar dos años escribiendo. Si no, me arruinaría.

—¿Por qué la música popular brasileña es tan conocida y la literatura no?

—Puede que sea porque es peor, pero no lo creo. Es verdad que, por ejemplo, el argentino es un pueblo más literario que el brasileño. Y también que los literatos brasileños juegan con una desventaja, porque el portugués es más desconocido. Y la riqueza musical brasileña es fácilmente exportable, no necesita traducción.

—Y al revés: ¿por qué la música brasileña es tan apreciada?

—Porque, principalmente después de la bossa nova, tiene la influencia negra, es hija de la samba, pero con un toque del jazz, un toque armónico. Además, tiene influencia de los grandes compositores de la música clásica. Mire: Tom Jobim, nuestro gran maestro, era un conocedor profundo de Chopin y de Debussy, de los impresionistas, entre otros muchos. Y todo eso está en nuestra música, mezclado, junto con los boleros cubanos y los ritmos mexicanos. El brasileño no excluye, él asimila. El resultado fue complejo, rico y único.

—¿Cómo era ese mundo? ¿Cómo era convivir con Jobim, con Vinicius?

—¡Ah! Ellos… eran sobre todo grandes amigos. Mire esa foto de ahí, estoy con los dos. Yo comencé a emocionarme de verdad por la música, a decidirme a hacer canciones seriamente a partir del tema "Chega de saudade", compuesto por Tom Jobim y Vinicius e interpretada por João Gilberto. Les tenía en un altar. Conocía ya a Vinicius porque era amigo de mi padre, pero, para mí, era como hablar con un monumento. Así que la primera vez que me vine a Rio a hablar con Tom Jobim, imagínese, era un sueño. Con el tiempo fueron mis amigos, mis socios, hice muchas canciones con ellos, fui aceptado en ese grupo selecto de la música popular brasileña.

—Fue Tom Jobim el que dijo que Brasil no era un país para amateurs, ¿no?

—Sí, y yo lo suscribo. Es un país único, fruto de la colonización portuguesa, con emigrantes de todas partes del mundo, italianos, alemanes, árabes, japoneses, con la marca de los esclavos traídos a la fuerza. Y con orígenes indígenas antes de todo eso. Todo esto está presente ahora. En São Paulo, sin ir más lejos, usted puede buscar nombres indígenas en muchas calles. Esas circunstancias crean un país único.

—Usted siempre ha tenido una posición política clara y explícita. Se opuso a la dictadura y ha apoyado a Lula y a Dilma Rousseff, del PT.

—Siempre me preguntan cuando hay elecciones. Y yo tomo partido y no tengo ningún problema en proclamarlo. Siempre he apoyado al PT, ahora a Dilma Rousseff y antes a Lula, a pesar de no ser miembro del partido y a pesar de tener mis desavenencias y de votar a otros candidatos y otros partidos en elecciones locales. Pero desde siempre he sabido que el problema de este país es la miseria, la desigualdad. El PT no lo ha resuelto todo, pero lo ha atenuado. Eso es innegable. El PT ha mejorado las condiciones de vida de la población más pobre.

—¿Y cómo ve la situación hoy?

—Muy confusa, no hay forma de saber lo que va a pasar en los próximos años. La crisis económica es fuerte. Hay que tomar ciertas medidas impopulares. Al mismo tiempo, la oposición es muy dura. Y luego hay una ola de manifestaciones en la calle que, a mi juicio, no tienen un objetivo concreto o claro. Entre los que salen a la calle hay de todo, incluyendo locos pidiendo un golpe militar. Otros quieren acabar con el Partido de los Trabajadores, quieren debilitar el Gobierno para que en 2018 el PT llegue desgastado a las elecciones. El objetivo no es Dilma, sino Lula; tienen miedo de que Lula se presente de nuevo.

—Y para terminar: ¿cómo se vive sabiendo que es el hombre más deseado del país? De eso hace ya mucho tiempo.

—Lo siguen diciendo. De eso no sé nada. Soy tímido, un ciudadano serio, un hombre de familia. Las historias se inventan, se levantan leyendas que no tienen que ver mucho con la realidad. No soy el seductor del que hablan.

Perfil.

Nombre: Chico Buarque de Hollanda. Nació: Río de Janeiro. Edad: 71 años.

Un hombre de talentos varios.

Es hijo de un conocido historiador, Sérgio Buarque de Hollanda, y de la pintora y pianista Maria Amélia Cesário Alvim. Comenzó a estudiar Arquitectura, pero la abandonó a los dos años, cuando su carrera como compositor e intérprete comenzaba a destacar.

En 1966 obtuvo su primer éxito rotundo, con la canción "A banda". Desde entonces, no ha dejado de componer obras maestras, como "Apesar de voc", "Construção", "O que será (à flor de pele)" o "Cálice". Está considerado uno de los grandes de la música popular brasileña, junto a Tom Jobim y João Gilberto, entre otros. Paralelamente, ha desarrollado una carrera como escritor y dramaturgo. El hermano alemán, publicado ahora en español por Mondadori, es su quinta novela.

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Chico Buarque

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