La cantante y compositora Laura Chinelli está pronta para cerrar "un año infinito", asegura a El País antes de tocar hoy en el Centro Cultural Tractatus. Será una noche especial, que comenzará a las 22.00 (cubierto artístico a 150 pesos) y la encontrará rodeada de amigos y colegas de la música.

DJ Andino, Tere Korondi, La Santa, Liz Bohlmann, Gia Love, Ale Casco, Javier Zubillaga y José Luis Yabar acompañarán esta noche a Laura Chinelli, que actuará en versión eléctrica, una de sus tantas versiones artísticas.

"En este año no compuse, toqué poco y me dediqué mucho a cantar con amigos", comenta Chinelli. Fue un año introspectivo en el que siguió promoviendo Infinito, su último disco, con el que conectó con la electrónica.

"A mi me divierte mucho, cuando estoy componiendo, crear atmósferas. Y cuando uno trabaja con electrónica siempre se está sorprendiendo, porque te permite combinar los sonidos de formas infinitas. Te da un abanico de posibilidades más grandes y uno vuelve a ser un niño", destaca la artista.

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Para Chinelli, la música siempre ha sido un juego. Sin embargo, sus canciones no buscan divertir, sino conmover. Es un disco triste, que habla del dolor, que tiene innegables puntos de contacto con la obra de Lana del Rey. "Sí, la conocí después de haber hecho el disco, y encontré muchísimas similitudes", admite.

Como las de la estadounidense, la música de Chinelli no es para bailar sino para encontrarse con uno mismo. Ese también fue uno de los orígenes de este material: "yo necesité hacer este disco, creo que fue una necesidad espiritual", asegura.

Pop triste, temas electrónicos y otros más acústicos, guitarra y poesía convivirán esta noche en el show que dará en Tractatus. Después, si viene un nuevo disco, será solo a piano y voz. "Mi esencia es cantar con un piano de fondo. ¿Por qué nunca lo hice? No lo sé. El arte tiene ese absurdo", reflexiona.

Laura Chinelli y sus invitados tocan hoy a las 22 en Tractatus