Para arrancar definiendo, Ciruelas es un disco de humor, de músico humorística, que logra su cometido, hacer sonreír y hasta reír. Indudablemente, un espíritu de broma y parodia atraviesa este interesante de Guillermo Lamolle, en un trabajo que el artista realizó, claramente, desde las ganas de hacer lo que quería, siendo el resultado un conjunto de canciones muy personal, que lo presentan como a un cantautor que gusta de reflexionar a partir del absurdo.

En 13 canciones, temas de toda índole van siendo interpretados desde distintas formas melódicas, siempre con un aire cómico, comicidad que sin embargo no impide que aflore cierta ternura.

Temáticamente las canciones son bien distintas, unas meramente lúdicas (aunque si se les busca se les puede encontrar en sentido, incluso hondo), otras que pintan un crudo paisaje urbano y social, como en La espera, sobre la interminable demora de un ómnibus en una noche fría. En esa, como en todas la docena de canciones más, hay un contraste valioso entre el carácter chacotero de las letras, que van al ritmo de una música fina, que juega con habilidad con las notas, hasta el virtuosismo. Un vals de aquellos melodiosos, por ejemplo, parodia sin maldad a ciertos géneros melódicos, recordando un poco a Leo Masliah, o a algunas cosas de Les Luthiers.

La manía por comer extremadamente sano, la de hacer profecías vacías y ambiguas, el filosofar sin mucho sentido, el amor sin límites por los perros, todo un conjunto de temas es tratado por Lamolle con gracia e ingenio. El disco tiene incluso como una parodia solamente instrumental en Milonga del 999, muy sutil en su concepción.

Letras, músicas y arreglos: Guillermo Lamolle. Sello discográfico: Montevideo Music Group. Con la participación de: Jorge Depolito.

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