PERFIL

La primera vez que Mint Parker —el seudónimo de Laura Romero— tuvo la oportunidad de participar de La Voz Méxicofue hace dos años. La uruguaya radicada en Ciudad de México hace casi nueve años estaba tocando en un bar con su banda de bluegrass. Al terminar la actuación, se le acercó un miembro de la producción del certamen televisivo y le propuso participar del programa. “Yo le dije que no y que para nada estaba interesada en meterme en un reality”, relata a El País desde su hogar en la capital mexicana.

“Después de eso me fui a sentar con unos amigos que son guitarristas y cuando les conté lo que me había pasado me dijeron: ‘¿Cómo dijiste que no? Es tremenda oportunidad. Nosotros hemos tocado en la banda del programa y es una plataforma para conocer gente’”, relata entre risas. “Me quedé con la espina de haber perdido la oportunidad, pero pensé que si el universo quería que participara, me iban a invitar de vuelta”.

En enero de este año, la cantante había vuelto a Uruguay y recibió un mensaje de WhatsApp que la sorprendió. “Me mandaron un mensaje a través de un amigo, donde decían que los de La Voz México habían visto mis videos en internet y querían que participara del programa”. Esta vez no dudó y dijo que sí. Preparó una versión de “Highway To Hell”, de AC / DC, con su guitarra acústica y luego de enviar un video de prueba, la invitaron a la filmación del programa.

Finalmente, subió al escenario de La Voz Méxicopara enfrentarse a los cuatro jurados: Belinda, Christian Nodal, María José y Ricardo Montaner. Luego de una brillante interpretación de menos de dos minutos, tres de los artistas —el único que no dio vuelta su sillón fue Montaner— ovacionaron a la uruguaya. “Tienes una voz que es para siempre”, le dijo Belinda. “Eres una de esas cantantes que uno recuerda. Tú serías de mis cantantes preferidas y te pondría en mi coche todo el tiempo. Serías parte del soundtrack de mi vida”, agregó.

La uruguaya se decidió por formar parte del equipo de María José—“podemos tener una buena afinidad”, dice— y seguirá participando del programa. “Estoy compitiendo bien y en un buen lugar, así que vamos a ver qué pasa”, dice. “Lo que suceda en televisión puede darme un empuje para cuando saque mi próximo material”, agrega.

Si bien esta actuación en televisión puede haber parecido el debut de Parker frente al público mexicano, en realidad la uruguaya viene trabajando en la escena desde hace años. Sin ir más lejos, el año pasado participó de la gira que No Te Va Gustar realizó por Latinoamérica para presentar el proyecto Otras canciones. En octubre cantó “Chau” y “Al vacío” junto al grupo, durante su show en el Teatro Metropólitan de Ciudad de México.

Según explica, la invitación a formar parte del proyecto la encontró en un momento de “estrés muy astronómico”. Se había quedado sin departamento en Ciudad de México y la oportunidad fue perfecta para “calmar la cabeza” y volver a Uruguay. Ese viaje marcó el regreso al país que había dejado había dejado años atrás para empezar una nueva etapa de su vida. 

Sin embargo , en Uruguay ya había delineado una interesante trayectoria. Formó parte del trío Vendetta, que abrió el polémico show de Guns ‘N’ Roses en el Estadio Centenario y se presentó para 120 mil personas en el Pilsen Rock 2006. También fue guitarrista de La Trampa entre 2008 y 2010, aunque asegura que sus recuerdos son “difusos” porque ya pasaron varios años y el grupo “traía sus broncas”. Tras esa experiencia, comenzó su carrera solista bajo el álter ego de Mint Parker.

Así fue que en 2010 grabó su debut solista, Badaboom!, que al año siguiente le hizo ganar el Premio Graffiti a mejor artista nueva. Pero mientras parecía que iba a desarrollar su carrera en Uruguay, tomó la decisión de modificar su estilo de vida y se mudó a Ciudad de México. “Necesitaba irme de Uruguay, porque tiene una energía muy tranquila que me hace caer en la pasividad. Necesitaba un impulso e ir a una ciudad que te ponga contra la pared”, explica.

Así viajó junto a un par de amigos para probar suerte. Todo parecía venir bien hasta que, a los tres meses de haber llegado al país, perdió sus documentos. “No sabía qué hacer”, recuerda. “Mi plan era entrar y salir constantemente, pero al final me puse las pilas y saqué unos papeles en México”.

Parker explica que los primeros años fueron difíciles -“la calle me golpeaba por todos lados”, asegura-, pero estaba segura de que había tomado la decisión correcta. Allí formó varios grupos y en 2017 grabó su segundo disco solista, Mala. Además de su participación en La Voz México, está grabando versiones de clásicos de bluegrass y country, y se ganó una beca para estudiar en Nueva York.

Mientras tanto, seguirá en el certamen televisivo. “Si hace diez años me decían que iba a estar en un reality, con mi actitud punk rocker seguro te decía: ‘No, anarquía, jamas me voy a vender al sistema’, pero cuando vas creciendo cambiás. Mi camino es no seguir en línea recta”, asegura. “Me metí con esto para ver qué pasa, así es como hago todo en la vida”.