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"El mercado no me va a cambiar"

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Pablo Alborán. Foto: Difusión.

Con el cantante español, que vuelve a Uruguay.

El año pasado llegó por primera vez a Uruguay, en el medio de la gira con la que presentó su disco Terral por América Latina. En marzo de 2015 estuvo en el Teatro de Verano con entradas agotadas, y confirmó que aquí, con apenas 25 años, ya era toda una estrella de la música. Y ahora vuelve, pronto para repetir el mismo suceso: el 2 de junio, Pablo Alborán tocará en el Palacio Peñarol (ver recuadro).Entre aquel show y este, un muchacho de San Ramón llamado Braulio Assanelli llegó a la final de la segunda edición de Yo me llamo (reality show de La Tele) imitando a Alborán. Con carisma y una buena interpretación, el participante hizo que las canciones de Alborán, que ya venían sonando bastante en las radios, tuvieran aún más llegada.

Es difícil decir cuál es el mejor momento del español: desde que irrumpió en escena en 2010 con el hit "Solamente tú", todo a su alrededor se mide en grande. Hasta ahora editó tres discos, ganó 30 premios y obtuvo otras tantas nominaciones (varias en los Grammy Latinos y una en los internacionales), ha vendido millones de discos y entradas en el mundo.

Este año tuvo sus primeras vacaciones en cinco años: puso pausa en su intensa actividad y volvió a su vida "normal", lejos de la locura de las giras. Eso sí: con América Latina estaba comprometido desde antes, por eso interrumpirá su descanso para una serie de shows.

"¿Qué me acuerdo del show en Uruguay? Que hicimos un asado buenísimo antes de salir, que me dio mucha suerte", dice en conversación telefónica con El País a dos meses de su vuelta. "Estaba toda mi familia, estaban amigos que están viviendo en Uruguay y fue un concierto supercaluroso", agrega Alborán, quien está "loco" por regresar.

El show de junio seguirá teniendo a Terral, su último álbum, como base, pero incluirá canciones de sus discos anteriores, Pablo Alborán y Tanto. Vendrá con su banda completa, y con esa simpatía y calidez que lo caracterizan, y que dan ganas de quedarse horas hablando con él. Y quizás venga con su familia: tiene por costumbre girar con sus padres, sobre todo cuando viene para esta parte del mapa.

Pero la familia de Alborán también es el público: así se refiere a ellos, no tiene otra manera de hacerlo. "Es muy difícil encontrar gente que te apoye, que haga que tu música se haga más grande y conocida todavía. Es un público fiel, que ha estado conmigo desde el minuto uno".

—¿Te acordás de la primera vez que viste al público cantando tus canciones en un show?

—¡Sí! Fue aquí en Málaga, en Fuengirola: yo recién había subido unos videos a YouTube, dos o tres días antes, y di un concierto solo con mi guitarra en un bar de copas. De repente me dijeron que se había agotado, y yo dije: bueno, ¿pero cuánta gente cabe. Me dijeron: "100, 200". Pero si no me conoce nadie, ¡cómo puede ser! Llegué allí y la gente cantaba las canciones sin estar en radio ni televisión, sin tener más que esos videos, y fue muy bonito.

—El año pasado anunciaste que te ibas a tomar un descanso. ¿Todo lo que pasó, tan rápido, te estaba superando?

—Es que hacía cinco años que no paraba. Yo no me he retirado de ningún sitio, me queda mucho por trabajar, pero es verdad que necesitaba vacaciones que no he tenido en cinco años. Estar con mi familia, estar con mis amigos, comprarme una bicicleta, irme a la playa y hacer un poco la vida normal.

—Pero seguís componiendo.

—Muchísimo, y estoy muy feliz, porque pensaba que al parar a lo mejor no tenía tanta inspiración, pero al revés. Me han explotado muchísimas ideas y cosas distintas, y ahora tienen que coger forma y ver a dónde van.

—Has comentado que estás componiendo primero la música, que no es tu método.

—Sí, estoy dándole vueltas porque hay varias proposiciones de cantar en otros idiomas, en Canadá que nos ha ido muy bien y a lo mejor hacemos cosas en francés; en Estados Unidos nos ha ido muy bien y está la propuesta de Warner de hacer un disco en inglés... Estamos viendo, porque mi idioma es el español y eso tiene un riesgo. No quiero desvirtuarme.

—¿Podrías transformarte en un artista de pop latino más volcado al baile, quizás?

—En el show pasa de todo, bailamos, cantamos, hay canciones rítmicas. Al final lo que más le ha gustado a la gente son las baladas, pero yo no voy a cambiar por el mercado. En todo caso cambiaré porque quiero. Pero me están saliendo baladas que creo que pueden gustar, y cosas movidas arriesgadas, porque la gente no me ha conocido tanto en ese aspecto. Pero sigo siendo yo, y hay que seguir trabajando para no dejar de ser uno mismo. Los discos son una búsqueda donde la gente va conociendo más de ti, y tú mismo vas conociendo más de ti.

—Buscar en Google "Pablo Alborán" es encontrarse con cosas grandes: entradas agotadas, premios, Discos de Platino... ¿Con qué momento personal te quedarías tú?

—(Piensa) Mira, el otro día cuando decidí parar y agarré el avión para volver a Málaga, una señora me paró y me pidió una foto. Le di dos besos, me decía que le gustaba mucho mi música, y mientras me hablaba, con total naturalidad empezaba a llorar. Y yo le iba secando las lágrimas y ella misma decía: "Pablo, esto no me ha pasado pero te juro que es de alegría". Fue algo tan bonito que me llena mucho. Además me volví al asiento y se acercó otra mujer y me dijo: "Qué fácil es hacer feliz a la gente". Qué cosa más linda.

—¿Algo de esa espontaneidad es lo que encuentra el público en tus canciones?

—Ojalá, porque es lo que soy. Soy muy normal, de verdad. En mi día a día me gusta la calma, la normalidad dentro de lo que cabe, y me gustaría subir al escenario toda mi vida y volver a mi normalidad para siempre. Creo que es compatible, y si la gente lo vive así en mis canciones, si las lleva a su día a día, pues es ese el objetivo.

—¿Y como artista has sentido que te exigen involucrarte en asuntos políticos o sociales?

—Sí, claro. Cuando empecé, te voy a confesar, no quería entrar en eso porque incluso mi opinión no estaba bien armada. Pero entendí que la gente necesita compromiso por parte de quienes tienen una voz, y es verdad que hay que ser comprometido. Si no es en tu letra o en tu música, en tus acciones. Soy padrino de una fundación de cáncer infantil, que lo hago muy en privado, y a nivel social hay que gritar constantemente.

—¿Qué estás gritando ahora?

—La situación que estamos viviendo en España es un desastre. No tenemos gobierno, hay miedo, horror, familias que están sin casas, que no tienen ayuda médica, que no cobran pensiones... Es todo un desbarajuste y lo peor es que juegan con nuestra confianza. Ya nadie confía en los partidos. Estamos viviendo una época de incertidumbre y mucho, mucho miedo. La gente está cansada.

—¿Son demasiado castigadas las canciones de amor?

—No lo pienso. Mira a Adele cantando "Hello", no puede haber una canción más romántica. Pero el romanticismo siempre va a estar y lo necesitamos: necesitamos decir te quiero, pedir perdón, que te he echado de menos. Yo al menos lo necesito, el ser humano en general necesita de las emociones.

En el palacio.

El jueves 2 de junio será el recital que Pablo Alborán, junto a toda su banda, dará en el Palacio Peñarol. Será la segunda presentación del joven cantante español en Montevideo, enmarcada en la misma gira Terral que lo trajo el año pasado a la ciudad.

Las entradas para este espectáculo ya están en venta en los locales de Red UTS, Redpagos y Tienda Inglesa; los sectores VIP 1 y 2 se agotaron rápidamente.

Las entradas populares cuestan 900 pesos, y luego hay localidades disponibles que van desde 1.400 hasta 1.900 pesos.

Admirador de Drexler y ganador de un Goya.

Para grabar el disco en vivo Tour Terral (Directo desde Las Ventas), Alborán convocó al músico uruguayo Jorge Drexler, a quien admira profundamente, y a dúo hicieron la canción "Cuando te alejas".

"A mí me gusta mucho la música uruguaya, pero Drexler ha sido un ícono y un referente, no sólo por su forma de cantar y lo bien que toca la guitarra, lo buen músico y productor que es, sino sus letras. Son unas leras que sólo puedes reconocer en Drexler, y es lo que busca cualquier artista. Poder haber estado con él fue una colaboración soñada para mí. Además se lo pasó muy bien", contó, y agregó: "se agradece mucho que alguien tan grande siga manteniendo la normalidad".

Otra alegría de los últimos tiempos para el cantante español ha sido el Premio Goya a Mejor Canción Original que recibió por "Palmeras en la nieve", que compuso junto a Lucas Vidal para la película homónima.

"No me lo esperaba. Era la primera vez que me nominaban a un Goya, ya estaba emocionado y encima me lo dan. Fue increíble. Estuve hasta las nueve de la mañana de fiesta, fue la locura", relató a El País.

El eterno femenino de una imaginativa pintora
Pablo Alborán. Foto: Difusión.

MÚSICABELÉN FOURMENT

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