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"Soy un latinoamericano de Barcelona"

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Joan Manuel Serrat ofrecerá hoy a partir de las 21 horas en el Auditorio Nacional del Sodre, la primera función de la gira internacional que promete un centenar de fechas en América Latina y Europa. Con el disco cuádruple, Antología desordenada, el cantautor catalán celebra cincuenta años de carrera sin intenciones de retirarse de los escenarios.

Ayer dedicó una hora a los periodistas en la Sala Hugo Balzo para dialogar sobre diversos temas. Y fue en ese marco, que aseguró visualizar el futuro "con optimismo". Aunque se rumoreó que este podría ser su último tour por el mundo, consultado por El País, Serrat echó por tierra esa posibilidad anticipando incluso que en 2015 grabará otro álbum de inéditos. "No tengo un planteamiento de gira de despedida, no lo he dicho nunca. Es más, no creo que cuando la haga lo cuente, no tiene ningún sentido, no me gustaría incorporar un elemento lacrimógeno de este tipo a los conciertos. Y sí, tengo previsto hacer un disco el año que entra, meterme en el estudio a grabar canciones mías, pero sin nada extraordinario, ni invitados. Pienso que me lo debo".

En Antología desordenada incluyó cincuenta de sus títulos más emblemáticos. "Algunos se eligieron solos, otros se fueron solos. Yo escogí a conciencia de que al día siguiente podría escoger otros. Las antologías no suelen elegirlas los autores, entre otras cosas porque se suelen hacer cuando estos ya han desaparecido", explicó, diciendo que llevó a cabo "un trabajo muy artesanal en todos los sentidos, en el que no intervinieron compañías discográficas". Serrat no buscó darle un orden "ni temporal, ni temático" al repertorio y solo se ocupó de "equilibrar sonidos, tonalidades, ritmos y las voces participantes (porque convocó a un número importante de artistas para hacer nuevas versiones)". Con una paciencia admirable, pero que ya no sorprende, el creador de Mediterráneo respondió a preguntas muy disímiles que lo llevaron desde la música a la política, pasando por su encuentro con Troilo y Pugliese y la primera vez que llamó por teléfono a Mario Benedetti, porque al escenario le "tiraban" libros del escritor uruguayo y esto le despertó curiosidad. "Recuerdo con extrañeza cuando canté con Pugliese porque tenía un esmoquin y estaba muy incómodo y con Troilo tocamos en un estado que no era el mejor", bromeó distendido.

"¿Tiene previsto entrevistarse con el presidente?", preguntó una periodista. "¿Con cuál?", respondió él, risueño. "Solo tengo previsto hoy meterme en el teatro a trabajar para tener bien a punto el concierto". "¿Está invitado a la asunción de Tabaré Vázquez?", replicó uno de los presentes. Y la respuesta fue negativa.

Sin embargo, opinó sobre la legalización de la marihuana, del aborto y la aprobación del matrimonio igualitario y a todo le dio el visto bueno. "El mundo puede que no sepa dónde está Uruguay pero sabe quién es Pepe Mujica y esa es la mejor contribución que ha hecho este gobierno. La personalidad de un político que ha contactado con la gente de una forma tan simple, tan honrada, ha sido ejemplar. Saben quién es el gordito campesino que gobierna en aquel país perdido".

Serrat no tiene recetas para el éxito a pesar de haber desarrollado una carrera de medio siglo que inspiró a varias generaciones de cantautores. En todo caso, para él "hacer música y cantar ha sido un hermoso trabajo" al que se ha dedicado con "mucha seriedad". "Tuve la fortuna de tener salud para poder hacerlo. Conocí a muchos músicos de notable calidad que se quedaron por el camino y en general, las razones fueron más personales que artísticas".

El concierto de esta noche tendrá repetición mañana, este viernes y sábado y los días 2 y 3 de marzo, para los cuales queda solo un remanente de 500 entradas con precios que van desde 770 hasta 3.530 pesos.

Contento por la incorporación de Luis Suárez en el Barça, quebró una lanza por el futbolista uruguayo: "La gente está muy feliz, lo que pasa es que no tuvo mucha suerte al venir con la sanción y todo esto le costó ponerse las pilas. No tuvo suerte para anotar el gol, que es una de sus grandes virtudes. Pero no me preocupa, a mí me dio muchas alegrías".

En el presente, su principal motivación para subirse al escenario es ejercer el oficio que aprendió a lo largo del tiempo. "Cuando empecé a cantar no sabía nada de esto. Ahora el argumento es hacerlo lo mejor que sepa. Quiero hacer que mi oficio sea digno, solidario, que esté con la gente y vaya a favor de mis conciudadanos, que esté cerca del mundo y de lo que ocurre en el mundo", continuó, especulando con que su otro camino posible hubiera sido ejercer la docencia en un instituto de secundaria.

"Lo que me hizo empezar a escribir canciones estaba muy ligado a una realidad sociocultural y política de España y Cataluña. Si no hubieran ocurrido las cosas que ocurrían evidentemente yo hubiera seguido estudiando biología". A quien se define como "un latinoamericano de Barcelona", le gustaba cantar desde que iba al colegio y todos los domingos su abuela le daba una peseta y lo sacaba a pasear. Cada vez que ella quería invertir ese dinero en barquillos, el pequeño Serrat le pedía en cambio que le comprara un cancionero. "No creo que la cultura en Latinoamérica viva en el paraíso. En España hay una situación de agravio con los impuestos que gravan a la cultura y pienso que eso es un poco tirar piedras al tejado, porque la cultura es sumamente rentable para las arcas públicas. Pero la cultura no solo es conocimiento, también es crítica, y esto conlleva que quien no se siente a gusto con una parte de su sociedad la castigue", agregó durante la charla, en la que se declaró "bastante decepcionado de los políticos".

"No divido la música en géneros, yo como de todo"

Sus últimas visitas a Montevideo fueron en complicidad con Joaquín Sabina en el marco de las giras Dos pájaros de un tiro y Dos pájaros contraatacan. El público local casi no ha tenido oportunidad de disfrutarlo de cerca en la comodidad de un teatro, a excepción de la función que ofreció en el Solís hace ya muchos años. Por eso los seis conciertos —el mismo número que realizó Sabina en octubre de 2014— son instancias de lujo. En plena madurez, el cantautor que cumplirá en diciembre 72 años, asegura que ya no siente los mismos nervios que en su juventud. "Afortunadamente salgo al escenario preocupado por hacer las cosas bien, pero sé que la mejor manera de estar tranquilo es prepararme. En lugar de ponerme nervioso me pongo a trabajar. Los nervios son malos compañeros en cualquier situación", expresó.

Para Serrat la democratización del acceso a la música es un objetivo noble, pero "los derechos de autor son intocables". "Hay que trabajar en eso pero no a costa de los autores, que lo hagan a costa de las multinacionales que son las mismas que no tienen ningún problema en hacer un reproductor de música y al mismo tiempo otro que sirve para piratear", reflexionó en Montevideo.

Al ser consultado sobre sus gustos musicales declaró que no piensa en cuestión de géneros, "yo como de todo y desconfíen del que no come de todo porque seguramente no le gusta la cocina musical".

Una revisión a fondo y trabajosa de 50 canciones

No es por quejoso que Joan Manuel Serrat dice que Antología desordenada fue un trabajo duro y difícil. Además de la extensión del proyecto que involucra cincuenta canciones y una treintena de invitados de primera línea, se cargó al hombro la deliberación de qué hacer con todo aquello. Fue una revisión a fondo y sometió a la mayoría de sus clásicos a una nueva lectura, con su voz de hoy y cómplices diversos. La lista de convidados es digna de su talla y va desde Luis Eduardo Aute hasta Ana Belén, pasando por Calle 13, Estopa, Ruben Blades, Pablo Milanés y Les Luthiers. Entre las versiones que se mantuvieron intactas están Aquellas pequeñas cosas junto a Mercedes Sosa y Sinceramente teu con María Bethania. Sabina no quedó afuera y está presente en Me gusta todo de ti.

Serrat se tomó el trabajo de hurgar entre treinta álbumes ubicándose en el rol de su propio curador, con el valor que eso posee. El desorden, del que parece disculparse, no importa.

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