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Justin Bieber ya no es el mismo y lanza nuevo disco para documentar ese cambio

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Justin Bieber. Foto: Difusión

"JUSTICE"

El cantante pop estrenó "Justice", un álbum atravesado por la religión, el amor por su esposa Hailey Baldwin y su nueva etapa personal

Se tatuó un emoji de WhatsApp. Defendió a su esposa de unos paparazzi. Tiene unas zapatillas de las que todos los sitios hablan. En el medio de todos esos titulares de prensa que lo tienen como único protagonista, se cuela uno que habla, sí, del disco que acaba de sacar: Justin Bieber estrenó Justice y es, afirma, un álbum que busca que las personas se sientan menos solas.

Desde que saltó a la fama en 2009, la historia del cantante canadiense ha sido la misma. La prensa ha hablado sin parar de él, muchas veces más de sus comportamientos problemáticos y sus relaciones tóxicas que de sus canciones. Sin embargo, el niño mimado del pop del siglo XXI ha sabido reconvertirse y parece haber dejado atrás los tiempos oscuros para presentarse como el portador de un mensaje de luz, empaquetado en forma de canciones amables y radiales.

“Peaches”, el corte que acompañó el lanzamiento de Justice el pasado 19 de marzo, es la típica canción chill de Bieber. Con melodía pegadiza y una letra de amor romántico fácilmente asociable a su musa y razón de ser actual, su esposa Hailey Baldwin, el tema que comparte con Daniel Caesar y Giveon lideraba el Top 100 de Billboard al cierre de esta nota. En total, más del 10 por ciento del ranking estaba compuesto por canciones suyas.

Pero el camino de Justice al público se había iniciado con otro tipo de canción de amor, una dirigida a Dios. En “Holy”, el featuring con Chance The Rapper y su primera canción cristiana, el popstar se abría respecto a su experiencia con la religión. “La forma en la que me abrazas se siente tan sagrada”, repite a modo de confesión.

Luego vinieron más cortes, entre ellos “Hold On”, en el que hablaba de la necesidad de resistir, de buscar ayuda y apoyarse en el otro para no dejarse caer. “Toma mi mano y aguanta/ Dime todo lo que precises decir/ Porque sé cómo se siente ser alguien/ Alguien que perdió su camino”, expresa Bieber en una de las piezas más autorreferenciales de su nuevo material, sobre un beat electrónico de pulsión luminosa.

Son solo algunos elementos de un disco que incluye fragmentos de discursos de Martin Luther King y reflexiones sobre la salud mental y los momentos críticos a los que lo llevó la fama, como se aprecia en “Unstable” o “As I Am”. “Cuando estaba roto en pedazos/ Fuiste mi paz mental”, admite en la primera y refiere así a a Hailey, con quien contrajo matrimonio en 2018 y a la que en ese mismo estribillo le agradece: “Me amaste cuando estaba inestable”.

Justice ha tenido una mejor acogida que el antecesor Changes, de 2020, y sirve como documento de un proceso de cambio con aires definitorios. Bieber llegó a los 27 años, esa edad que se volvió sinónimo de club maldito en el mundo de la música (la edad a la que murieron varias figuras, de Jimi Hendrix a Amy Winehouse), pero ya es otro.

“En tiempos en que está todo tan mal con este planeta roto, todos anhelamos sanación y justicia para la humanidad”, escribió Justin en Twitter ante la salida de Justice. “Al crear este álbum, mi objetivo es hacer música que brinde comodidad, hacer canciones con las que la gente pueda identificarse y conectarse para que se sientan menos solos. El sufrimiento, la injusticia y el dolor pueden hacer que las personas se sientan impotentes. La música es una excelente manera de recordarnos que no estamos solos. (...) Sé que no puedo simplemente resolver la injusticia haciendo música, pero sí sé que si todos hacemos nuestra parte al usar nuestros dones para servir a este planeta y a los demás, estaremos mucho más cerca de estar unidos. Este soy yo haciendo una pequeña parte”.

Atrás quedaron los ataques de furia, los malos tratos a sus fanáticos, las provocaciones constantes y los problemas con la policía que tuvo en todos lados, incluso en Argentina. “Todo el mundo conoce mi pasado ahora/ Como si mi casa siempre estuviera hecha de vidrio/ Y quizás es el precio que pagas/ Por el dinero y la fama a una edad temprana”, se sincera en “Lonely”, la canción con Benny Blanco que también integra este disco.

Ahora que es un hombre casado, centrado y de pop maduro, Justin Bieber cambia escándalos por visitas a la cárcel a predicar la palabra de Dios, y se redime con versos para intentar, así, que el mundo cambie la imagen que se construyó de él en más de 10 años de recorrido. Mientras, los rankings lo siguen adorando y los fans, también.

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