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Una joven estrella del piano

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El tercer concierto del Centro Cultural de Música fue del joven pianista británico Benjamin Grosvenor.

Comenzó con el bellísimo "Arabeske op.18" de Schumann donde Grosvenor hizo gala de su expresividad con un fraseo excepcional. Continuó con una "Sonata en si bemol mayor Köchel 333" de Mozart de perfecto equilibrio sonoro, creciendo y decreciendo armónicamente, sin precipitaciones y sin enfatizaciones innecesarias. Finalizó la primera parte con la famosísima "Sonata quasi una fantasía op.27 n° 2" de Beethoven, "Claro de Luna". Salvo la excesiva rapidez con que vertió el "Adagio", los demás movimientos fueron deslumbrantes: la delicadeza del "Allegretto" unida a la pasión vertiginosa del "Presto agitato" vencieron la primera impresión.

El pianista húngaro András Schiff expresó que "no se nace para tocar a Beethoven , hay que llegar a él con el tiempo. Para interpretarlo no hace falta solo técnica, es necesario que el intérprete haya obtenido la madurez para abordar sus obras y para eso se requiere tiempo". Coincidiendo con Schiff, pensamos que Grosvenor no obstante su enorme talento pianístico, sus jóvenes 24 años hacen que esa impulsividad se refleje en algunas de sus interpretaciones; se irán con el tiempo.

En la segunda parte Grosvenor dio una brillante versión de la "Sonata nº 2 " de Alexander Scriabin donde las dificultades técnicas e interpretativas fueron superadas magistralmente. Luego presentó "Los requiebros" y "El fandango del candil" del ciclo "Goyescas" del español Enrique Granados. Las versiones de Grosvenor nos sorprendieron por la madurez con que fueron abordadas. En ellas mostró una total compenetración afectiva con el espíritu del autor pocas veces vista en un pianista de procedencia no latina. Para cerrar este magnífico concierto interpretó la "Rapsodia Española" de Franz Liszt. Hace muchísimos años que en Montevideo no se escuchan las "Rapsodias Húngaras" de Liszt, aún más esta que Grosvenor resucitó para nuestro público. Para su ejecución se necesita en primer lugar un verdadero virtuoso y Grosvenor sin duda alguna lo es. Además debemos resaltar la riqueza de matices que desplegó en la obra donde la belleza de sus pianísimos contrastaba con sus fortes equilibrados. El público aplaudió de pie y el artista brindó como retribución dos bises: el "Estudio op 72 nº 11" de Moritz Moszkowski y la "Toccatina-Estudio"op 40 nº 3 del compositor ucraniano Nicolai Kapustin (1937). Indudablemente Grosvenor es una de las mayores promesas del pianismo actual.

Centro cultural de Música

Tercer programa de la temporada 2017.

Recital del pianista Benjamin Grosvenor.

Programa: Obras de Schumann, Mozart, Beethoven, Scriabin, Granados y Liszt.

Dónde: Teatro Solís. Cuándo: 26 de mayo.

MÚSICA

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