Crítica
Brad Mehldau y su trío vuelven con un gran disco de piano acústico
Brad Mehldau vuelve con sus compinches de siempre (Larry Grenadier en el bajo y el batería Jeff Ballard) para entregar un siempre bienvenido disco que privilegia el sonido del piano jazzero en su versión más acústica. Mehldau (quien estuvo en Uruguay como parte del Jazz Tour en 2009) es, seguramente, el jazzero más reconocido del momento, y acá demuestra sus credenciales en un repertorio de músicas propias y ajenas. Entre las ajenas hay un tema de los Beach Boys (“Friends”), uno de Paul McCartney (“Great Day” del disco Flaming Pie) y un par de estándares. Mehldau es un pianista que sabe ser endiablado y hay que escuchar como parece jugar con su instrumento aun en los momentos de mayor seriedad. Un gran disco de jazz clásico, ese al que siempre hay que volver.