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Jazz en una cava de Punta Carretas

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Alberto Magnone

miércoles, día de jazz

El destacado músico Alberto Magnone se presenta todas las semanas con trío y cantante en Bar Tabaré

En el subsuelo de Bar Tabaré, hoy y todos los miércoles desde las 20.30, hay buen jazz, a cargo del trío del tecladista Alberto Magnone, con Martín Ibarburu en batería y Gerardo Alonso en bajo, y la participación de la cantante Anabella Viera. Cada semana se suman además músicos invitados, en una velada que es para unos 60 espectadores.

“El show se compone de dos partes. La primera es un pequeño concierto, de unos 40 minutos, a cargo del trío estable y la cantante. Y luego una jam session, con los tres, cuatro, cinco músicos que van de visita. Y se arma una tertulia jazzística, con un repertorio muy variado, que pasa por el jazz más tradicional, por el jazz más moderno, hasta bossa nova. Cosas de Bill Evans, Chick Corea, es decir, el repertorio jazzístico habitual”, detalló a El País Alberto Magnone, destacado pianista, compositor y director de orquesta.

“A veces el público nos pide alguna canción, y si está en las posibilidades de los músicos, también la hacemos. Nos han pedido, por ejemplo, ‘New York, New York’, y cosas de ese estilo, canciones conocidas. Está yendo público muy variado, gente que le gusta el jazz, y van muchos extranjeros, porque es una zona de muchos grandes hoteles. Van brasileños, norteamericanos, gente que uno nota que ya tiene una inclinación por este tipo de música”, señala.

“Es un trío clásico de jazz, piano, bajo y batería, que es una conformación muy clásica. Es la base incluso de una big band, la que arma la base rítmica. Sobre este formato de trío se pueden construir muchas cosas, como un quinteto, con dos instrumentos de viento. Pero el trío es la formación que siempre está presente, y hay un repertorio muy extenso para trío de jazz. De hecho, hay tríos de jazz ya en los años 20, y de ahí para delante. Y todos los grandes pianistas de jazz siempre han tenido algún trío”, agrega.

“Siempre que uno toca en lugares así, más recónditos, hay una relación mucho más directa con quienes te están escuchando. Se presta para diálogos, y a veces explicamos alguna cosa de la música que tocamos, o cómo fue compuesta una canción”, remata Magnone sobre el show, que se hace con entrada libre (solo se solicita una contribución voluntaria), más lógicamente los gastos de consumición.

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