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Jaime Roos y Ruben Rada volvieron al vinilo con la reedición de sus discos esenciales

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Jaime Roos. Foto; Martina Grief

MÚSICA

Las bateas uruguayas se renovaron con cinco reediciones en vinilo de clásicos de Jaime Roos y Ruben Rada publicadas por los sellos Bizarro y Little Butterfly Records

Los fanáticos de la música uruguaya en vinilo tienen varios motivos para festejar antes de que termine el año. Varios discos esenciales de Jaime Roos y Ruben Rada volvieron a editarse en su formato original. Se trata de cinco clásicos remasterizados que ya están disponibles en disquerías.

“Jaime Roos retorna al vinilo”, anunció el sello Bizarro en setiembre para generar expectativa entre sus seguidores. Se trata de su primer lanzamiento en este formato desde Cuando juega Uruguay, una especie de secuela del exitosísimo Brindis por Pierrot, que reunía las 10 de canciones “más uruguayas” que registró entre 1986 y 1992.

Este regreso al vinilo está protagonizado por tres de sus discos más emblemáticos: Siempre son las cuatro (1982), Mediocampo (1984) y Mujer de sal junto a un hombre vuelto carbón (1985). Y estos lanzamientos —a cargo de los sellos Bizarro y Little Butterfly Records— funcionan como una especie de consuelo para aquellos que se quedaron con las ganas de ver el regreso de Roos a los escenarios tras cinco años de ausencia.

Es que, originalmente, las seis fechas de su show Mediosiglo estaban pactadas para agosto en el Auditorio Nacional del Sodre, pero la emergencia sanitaria obligó a reprogramarlas para abril de 2021. El escenario pasó a ser el Teatro de Verano.

Por eso, mientras continúa la espera por este regreso, el público puede ir repasando estos tres vinilos y escuchar la última tanda del proyecto Obra completa (ver recuadro).

Además del sonido remasterizado y de notas históricas a cargo del periodista Andrés Torrón, los títulos se reeditaron con su arte original. Por ejemplo, Siempre son las cuatro, que fue grabado junto a 50 de los mejores músicos locales del momento y que incluye el éxito “Adiós juventud”, viene acompañado de un valioso póster con un collage de fotos que fue realizado por Jorge Nasser y se inspira en The White Album.

En el caso de Mediocampo, donde Roos fusiona el new wave con las raíces uruguayas, el vinilo incluye un librillo de 12 páginas con fotos, letras y dedicatorias. Se trata de uno de los lanzamientos más esperados por sus seguidores, y basta con mirar la icónica fotografía de portada —tomada por Mario Marotta en el Estadio Centenario— y escuchar los clásicos “Durazno y Convención”, “Tal vez Cheché” y “Los futuros murguistas” para confirmarlo.

Esta serie de relanzamientos incluye a Mujer de sal junto a un hombre vuelto carbón, que Roos grabó junto a Estela Magnone en 1985. Si bien este es el álbum menos vendido de su obra, con el paso de los años terminó convirtiéndose en una obra de culto para los seguidores de la música latinoamericana de los ochenta. Y eso se explica con el uso del sintetizador Roland Juno-6 y de las baterías programadas que protagonizan joyas como “Andenes”, "Prendiendo su vestido" y “Es como II”.

ruben rada

La vuelta de "Descarga" y "Mateo y Rada"

La reedición de clásicos locales también presenta dos álbumes de Ruben Rada. Little Butterfly Records relanzó el segundo disco de Totem, Descarga (1972), y Botija de mi país (1987), grabado a dúo con Eduardo Mateo.

El primero representa la consolidación del entonces naciente candombe-beat, y presenta los clásicos “Negro”, “Heloísa” y “Todo mal”, tres de las letras más socialmente comprometidas de Rada. A su vez, Descarga incluye "Orejas", una preciosa composición de Chichito Cabral que presenta una serie de preciosas imágenes sobre la vida de un pescador. 

En su segundo álbum y último álbum junto a Rada —en 1973 editarían Corrupción, pero con Enrique Rey y Eduardo Useta repartiéndose la voz principal—, el sexteto se sumergió en nuevas sonoridades. En "Pacífico" —con una de las interpretaciones vocales más sorprendentes de toda la obra de Rada— y "Un sueño para Gonzalo", adoptan elementos jazzísticos de la mano de la guitarra de Useta y del bajo de Daniel "Lobito" Lagarde.

Como explica Fernando Peláez en el texto que acompaña esta reedición, 
Descarga fue un "éxito fulminante" y agotó cinco ediciones en tres meses. A casi 50 años de su lanzamiento, sigue siendo un clásico.

Botija de mi país no corrió con la misma suerte que el segundo disco de Totem. Según explica Guilherme De Alencar Pinto en la reedición a cargo de Little Butterfly Records, "el disco a dúo recibió muy poca atención y es, hasta hoy, el trabajo menos conocido de Mateo y uno de los más recónditos de Rada también. Ni Rada ni Mateo hicieron el menor esfuerzo en promocionarlo. Vendió muy mal".

Resulta que el proceso de grabación del álbum no fue muy alentador. Las sesiones se realizaron entre 1985 y 1986, y como en ese momento Rada vivía en Buenos Aires —venía de publicar La Yapla mata, que incluye el hit "Tengo un candombe para Gardel"—, solo grababa cuando regresaba a Montevideo. Es por eso que las sesiones se extendieron tanto y ambos músicos solo comparten en cuatro de las nueve canciones del disco. 

Sin embargo, este reencuentro de los dos líderes de El Kinto dejó grandes momentos. El álbum incluye la excelente "Botija de mi país", con una letra que entrelaza esperanza y resistencia ("Si te quieren reprimir,  Júntate con cinco mil, Y juntos repiqueteen las manos"), y presenta varios espacios dedicados al candombe (“Palo Bembe”, “La cebolla” y “Llamada”). También se retoma el espíritu intimista que definía a Mateo solo bien se lame con la acústica "Mirándome", y hasta hay rock con la irónica —y por momentos bastante agresiva— "Piel de zorro". 

En total, Bizarro y Little Butterfly Records ofrecen cinco reediciones para renovar la discoteca antes de fin de año y tomarse un tiempo para redescubrir a estas joyas locales en su formato original.

jaime roos

Además de los vinilos, Roos completó el proyecto "Obra completa"

Además de la reedición en vinilo de tres de sus clásicos de los ochenta, esta semana Jaime Roos publicó la última tanda de Obra completa, el proyecto de relanzamientos de su discografía que inició en 2015.

Ideado junto al sello Bizarro, el músico volvió a publicar en CD todos sus discos grabados en estudio y en vivo, con la mejor calidad de audio disponible y el material gráfico completo de las ediciones originales. A su vez, cada lanzamiento se acompañó de una reseña histórica a cargo de periodistas especializados.

La última entrega del proyecto, que va de los volúmenes 18 al 20, ya está disponible en disquerías. Incluye sus álbumes Hermano te estoy hablando, un álbum de reversiones de 15 joyas de su obra; En vivo en el Río de la Plata, una antología con sus mejores grabaciones en vivo entre 2008 y 2013; y la compilación Selladas dos (1981-2019), con rarezas e inéditos.

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