Pasaron 27 años desde que Bi Ribeiro (izquierda), Herbert Vianna (centro) y João Barone (derecha) visitaran por primera vez Uruguay, para el festival Montevideo Rock, pero una tormenta traicionera no los dejó tocar.

Desde entonces, el grupo de rock brasileño ha vuelto varias veces y con muchísima mejor suerte. Su última presentación fue en 2013, cuando tocaron en el Teatro de Verano como parte de su gira "30 años". El día antes al concierto, el trío dio un toque para 50 personas en el pub Hendrix, en un formato íntimo. En su tercera década de carrera, Paralamas superó varios obstáculos. Desde peleas internas hasta el accidente que confinó a Vianna a una silla de ruedas en 2001. Mañana, jueves a las 22:00, Paralamas se presentará en el Conrad de Punta del Este. Antes del concierto, El País habló con Ribeiro, bajista y uno de los fundadores de la banda, quien en correcto español y con mucha simpatía, charló distendido por teléfono desde Brasil.

—La primera visita de Paralamas a Uruguay no fue la mejor experiencia.

—La verdad que no (se ríe). La primera vez que vinimos fue en 1986, para tocar en el festival Montevideo Rock. Era un festival muy grande, me acuerdo que incluso tocó Legião Urbana y los fuimos a ver. Al día siguiente tocábamos nosotros, pero cayó tanta lluvia y había un viento tan fuerte que no pudimos. Para peor, al otro día nos teníamos que ir porque teníamos otro toque. Para nosotros fue un dolor. Viajar tanto y no poder tocar es lo peor que nos puede pasar.

—Pero tuvieron revancha.

—Sí. Al otro año fuimos para el mismo festival y fue sensacional. Otro año que vinimos a Montevideo me acuerdo que tocamos en un festival en el que también tocaba Brian May, guitarrista de Queen. Él nos vio tocar y a partir de ese concierto nos invitó a Europa para su gira solista. Así que tocar en Uruguay nos dio suerte (se ríe). Otro recuerdo muy fuerte que tengo es cuando tocamos en la estación de tren (se refiere a la estación de AFE). Había cero grado. Creo que fue el toque más frío que hice en toda mi carrera. Pero frío de temperatura, no de público, que estuvo muy bueno. Todas las veces que tocamos en Uruguay pasamos muy bien. También recuerdo un concierto que hicimos hace unos años en el Teatro Solís. Ese también estuvo muy bueno. Fue inolvidable. Tenemos mucha historia en Uruguay y nos encanta volver.

—¿Qué debería esperar la gente para el concierto de mañana? ¿Van a repasar los 30 años de la banda?

—Exactamente. Estamos por terminar la gira "30 años", pero todavía estamos con ese concierto vigente. Va a ser eso, básicamente, un repaso de toda nuestra carrera y todos nuestros discos. Vamos a contar nuestra historia a través de nuestra música. Por ahí va.

—Suelen mechar covers en sus recitales. En Buenos Aires, hace poco tocaron Whole Lotta Love de Led Zeppelin, ¿Para mañana tienen alguno planeado?

—No, pero siempre sale algo (risas). En general cuando tocamos algún cover es porque lo improvisamos. Nos encanta tocar alguno en un concierto, y siempre sale algo. A veces son temas de rock americano, a veces bandas brasileñas, otras veces bandas argentinas. Por ahí va.

—¿Qué artistas han influido en la música de Paralamas?

—Cuando arrancamos estábamos muy conectados con el rock de Inglaterra de los sesenta: Eric Clapton, Jimi Hendrix —no era inglés pero estaba en esa movida— The Who, etc. Escuchábamos mucho esa música. También música brasileña, que acá está en todas partes. Uno crece escuchando eso, aunque no quiera. Gilberto Gil, Caetano Veloso, Chico Buarque, Milton Nascimento... Todos esos artistas se fueron sumando. Más tarde, cuando Paralamas ya estaba tocando, vino el punk rock que influenció mucho a mi generación. Después el post punk, las bandas que tocaban reggae, ska. Madness, The Beat, The Police, The Clash... Ellos también fueron una influencia muy grande. También la música latina. Son muchas influencias (se ríe). Por ahí va.

—Este jueves tocarán en un espacio cerrado. ¿Qué diferencia hay con tocar en un estadio abierto?

—En los estadios hay más gente, es más vibrante, hay un público más caliente, pero nos sentimos cómodos en cualquier escenario, ya sea tocando para 30 personas como para 30.000. El de mañana en el Conrad va a ser un show eléctrico, no acústico. Lo bueno de un espacio cerrado es que se puede controlar mejor el sonido, se toca más fuerte. Está muy bueno. Siempre es bueno tocar nuestros temas. Tocar es nuestra vida.

—¿Qué referencias tenés de la música uruguaya?

—Escuché algunos temas de No Te Va Gustar. Incluso me llamaron para participar en uno de sus discos, pero no pude por un tema de fechas. También me llegaron discos de La Vela Puerca y me gustó mucho. Hay una buena movida de rock ahí en Uruguay

—Paralamas lleva más de treinta años. ¿Cómo se mantiene una banda unida tanto tiempo?

—No sé... (risas). Fue mucho de suerte, mucho de aprendizaje, también convivencia, amistad. Hubo muchos factores. Tuvimos suerte de encontrarnos, con objetivos y gustos musicales parecidos. También pasamos por cosas difíciles, como los problemas de ego, que por suerte los solucionamos. En esos momentos la amistad cuenta mucho. Y es algo que se va construyendo. Existía desde un principio, pero también la fuimos construyendo.

—Su último disco, Brasil Afora, fue editado en 2011. ¿Tienen pensado volver al estudio?

—Sí, en este momento estamos en una etapa de creación. Nos juntamos todas las semanas y cada uno trae sus ideas, y así vamos juntando material para un próximo disco. Pero sin prisa, sin una fecha en concreto. Cuando tengamos un conjunto de canciones que nos parezca interesante, entonces ahí sacaremos un nuevo disco.

—Da la impresión que el de mañana no será su último toque en Uruguay. ¿Lo ven así?

—Claro. Después de mañana vamos a querer volver de nuevo. Queremos volver a tocar en Montevideo. Es un muy buen público, buena gente, y además es una linda ciudad. Nos encanta.

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—¿Qué música estás escuchando?

—Sigo escuchando lo mismo de siempre. A veces me paso para el reggae, otras veces para los cantantes americanos como Frank Sinatra, que me gusta mucho. También mucho blues.

—¿Y qué formatos preferís?

—En general escucho en vinilo y en CD, porque el sonido comprimido me incomoda. Pero también en formato digital. A veces es inevitable. En el auto por ejemplo.

—¿Algún artista brasileño a recomendar?

—Sí, Marcelo Jeneci. Es un amigo, tiene dos discos que están muy buenos.

Nombre: Os Paralamas do Sucesso

Fundación :  Rio de Janeiro, 1977

Herbert Vianna y Bi Ribeiro se conocieron a finales de los ochenta en la Universidad de Rio de Janeiro y fundaron el grupo. En 1982, el baterista original Vital Días faltó a un toque y a partir de ahí fue sustituido por el baterista Joao Barone. En 1983 Paralamas lanzó su primer disco, Cinema Mudo, y en 1985 O passo do Lui, cuyo éxito los lleva a tocar por primera vez en un Rock in Rio.

Desde entonces la banda siguió creciendo, conquistando no sólo al público brasileño sino también al latinoamericano. Algo inusual para un grupo brasileño. Incluso algunos hablan de Paralamas como una banda de rock argentina que canta en portugués.

En 2001, un avión deportivo ultraligero que piloteaba Vianna cayó en Angra dos Reis. Su mujer murió y él pasó 44 días en coma. Quedó parapléjico, pero después de una difícil recuperación pudo volver a tocar.

En 2002 Paralamas lanzó Longo Camino y en 2005 Hoje, con canciones compuestas después del accidente. En los últimos años el grupo editó dos discos, y tiene un calendario activo de conciertos.

PARALAMASFRANCISCO MARQUES