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Los Grammy corrigieron los errores de 2018 y el poder femenino se impuso

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Lady Gaga en los Grammy 2019. Foto: AFP

Análisis

A un año de los #GrammySoMale, la Academia permitió que las mujeres brillaran, y que el rap también

Cuando el año pasado se pasó raya tras la ceremonia, los Grammy quedaron expuestos como unos premios demasiado tradicionalistas (qué novedad), con intenciones de abrir la cancha en cuanto a nominaciones, pero con una clara necesidad de premiar a los que son del agrado de todo. La imposición de Bruno Mars y la marginación de las mujeres a la hora de repartir gramófonos, fueron las cosas que quedaron para el recuerdo de unos premios demasiado masculinos.

En la gala del último domingo, la 61°, la Academia Nacional de Artes y Ciencias de la Grabación quiso enmendar todos sus errores y, de una vez, cambiar la jugada. Ya se había dado una pauta clara cuando se designó a la cantautora Alicia Keys como la presentadora de la ceremonia. Keys fue la primera mujer en 14 años en tomar ese puesto, y la quinta en hacerlo en toda la historia de los Grammy. Fresca, a cara lavada y con mucha naturalidad, estuvo a la altura.

Con ella al frente, la ceremonia del domingo la acapararon las mujeres, que deslumbraron desde el arranque. Keys abrió recibiendo en el escenario a algunas de sus “hermanas”: las cantantes Lady Gaga y Jennifer Lopez, la actriz y productora Jada Pinkett Smith, y la ex primera dama estadounidense Michelle Obama, gran sorpresa. Las cinco dieron un poderoso discurso sobre la música, y dos palabras de Obama bastaron para que toda la sala la ovacionara y no disimulara su emoción. Su presencia fue un gesto político y feminista.

Cantantes junto a Michelle Obama. Foto: AFP
De izq. a der.: Lady Gaga, Jada Pinkett Smith, Alicia Keys, Michelle Obama y J. Lo. Foto: AFP

Alicia Keys también se lució con un número musical, en el que tocó dos pianos en simultáneo, mientras cantaba una serie de temas que, dijo, le hubiese gustado componer. Además, las homenajeadas de la noche fueron mujeres —Dolly Parton, Diana Ross y la fallecida Aretha Franklin—, y hubo una cantidad de shows poderosos a cargo de solistas mujeres. Pasaron Camila Cabello (secundada por Ricky Martin, J Balvin y Arturo Sandoval; fue una explosión de color), Dua Lipa con St. Vincent, Lady Gaga con su estremecedora versión de “Shallow” de Nace una estrella, y Janelle Monáe, acompañada de una cantidad de bailarinas vestidas de blanco y negro. La cantante estadounidense H.E.R. y Cardi B se suman a una lista de buenos momentos musicales.

Pero además, los Grammy no sólo le dieron el escenario a las mujeres, sino también los premios. La gran ganadora de la noche fue la poco conocida por acá Kacey Musgraves, quien arrasó con las categorías country (mejor álbum, mejor canción y performance solista), y se terminó llevando el Grammy a álbum del año, sobre otros de muchísimo peso. Y en la tanda de reconocimientos importantes, Dua Lipa se quedó con el gramófono a mejor artista nuevo, H.E.R. se llevó el de mejor álbum de R&B, y Cardi B el de mejor álbum de rap. Cardi era la única mujer nominada en la categoría, es la primera mujer en la historia en conseguir esta estatuilla, y su nervioso discurso fue de lo más comentado.

En total, 31 mujeres ganaron algún Grammy el domingo, casi el doble del año pasado (17). El cambio fue real, y se sintió.

Más de la gala

El rap, el otro vencedor

Si las mujeres se quedaron con la fiesta de la música mundial, el rap también salió airoso como el género que al fin tuvo su revancha. El año pasado, los trabajos de Kendrick Lamar, Jay Z y Drake habían quedado relegados, y los ganadores elegidos por la Academia mantenían un patrón que se venía dando hacía rato. Como vengador aunque ausente, porque no fue a la ceremonia, este año apareció Childish Gambino, que con su tema “This is America” logró que el ascenso del género finalmente se materializara en forma de un premio.

Con “This is America”, Gambino consiguió cuatro premios, dos de ellos inéditos para el rap: el de canción del año y grabación del año. También se llevó el de mejor video y el de mejor performance de rap cantado, aunque no estuvo para recoger ninguno porque, al igual que su colega Kendrick Lamar, decidió darle a la Academia un poco de su propia medicina. Le dio la espalda a la fiesta, cosa que la institución ha hecho sistemáticamente con el hip hop, y su falta se hizo sentir.

Ojalá estos cambios no sean solo cuestión de lavar culpas.

Más

Cinco ganadores destacados

Álbum del año y más

Kacey Musgraves

Su nombre no es muy conocido por esta región, porque el country no es un género mainstream para el mercado sudamericano. Sin embargo, Kacey Musgraves es toda una figura del presente musical estadounidense, y los Grammy lo reflejaron. La cantante arrasó con los premios al country (se llevó tres), y al final se quedó con uno de los más preciados de la noche, el de álbum del año, por Golden Hour.

Canción y grabación del año

Childish Gambino

No fue a la ceremonia, molesto por el poco reconocimiento que la Academia le ha dado al rap en su historia. E irónicamente, fue el gran ganador de la noche. Por “This is America”, una crítica irónica a la sociedad estadounidense, el cantante consiguió cuatro gramófonos, entre ellos dos de los más importantes de la gala, e inéditos para el género: los de canción del año y grabación del año.

Mejor disco de rap

Cardi B

Cuando subió a recoger su premio, vestida de blanco, Cardi B dijo que no podía respirar y que tal vez debía empezar a fumar marihuana, para relajarse. Su sorpresa tiene justificación: la morocha se convirtió en la primera mujer en ganar un Grammy a mejor disco de rap, gracias a su Invasion of Privacy, un buen trabajo que además ha obtenido notable popularidad. La rapera también actuó en la gala.

Mejor álbum de blues contemporáneo

Fantastic Negrito

El suyo no es uno de los premios más relevantes de esta edición, pero Fantastic Negrito aparece en este destacado porque dentro de poco se presentará en Montevideo. El 22 de marzo, el estadounidense nacido Xavier Amin Dphrepaulezz se presentará en La Trastienda, y las entradas ya están en venta en Abitab. Ganó por Please Don’t Be Dead y es el segundo Grammy de su historia.

Mejor álbum de pop vocal

Ariana Grande

Fue, junto con Childish Gambino, la otra gran ausente de la ceremonia, y su falta se debió a que su creatividad y autoexpresión fueron “sofocadas” por el director de los premios, Ken Ehrlich, según ella misma dijo. Estaba previsto que Grande actuara en la gala, pero no sucedió, lo que no afectó su consagración. La cantante fue premiada por su disco Sweetener, considerado por la Academia el mejor álbum de pop vocal.

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